Umbanda II - Profesor Miguel Antonio Ojeda - Instituto CEPE de Argentina

UMBANDA II

 Panteón de Orixás


Los Orixás son deidades creadas por un dios superior, llamado Olorun. Cada uno de estos dioses representa diferentes fuerzas y fenómenos de la naturaleza: aire, tierra, fuego y agua. Los arquetipos, están relacionados con esas fuerzas y van a marcar la personalidad y el comportamiento singular de cada dios. Según las enseñanzas del candomblé, todas las personas son hijas de Orixás. Para que sea posible determinar a cuál Orixá pertenece un individuo, es preciso hacer una tirada de buzios (caracoles). Los practicantes del candomblé también asocian a la persona con su Orixá conociendo las características físicas y psicológicas de la persona siguiendo los trazos de esta creencia, cada persona recibe la influencia de dos Orixás principales. El primero conocido como “Orixá de frente” y el segundo como “Orixá de atrás” o “segundo santo”. Esta pareja de divinidades protege a su seguidor y son reverenciados por el pai cuando se toca la frente, para el Orixá de frente, y la nunca para el segundo santo. Además de estas dos divinidades, una persona puede incorporar la protección de otros dioses, completando un número máximo de siete Orixás

EL CONTROVERTIDO EXU 

Exu es, indiscutiblemente el personaje más polémico del templo afro-brasilero:   no existe siquiera un consenso sobre si él es o no un orixá. La creencia popular, lo trata como el Diablo de los cristianos, mientras que en Porto Alegre, él es sincretizado con San Pedro.  Tal disparidad de interpretación muestra claramente la incomprensión de que Exu es víctima en Brasil, donde se ignoran casi por completo sus muchas e importantes funciones.

Exu es, sin duda, la figura más controvertida de los cultos afro-brasileros.  Para algunos, una figura saltarina, asociada  a la imagen  de un chico  irresponsable, divirtiéndose con las confusiones que consigue  armar entre  los seres humanos y entre los mismos orixás; para otros una figura temible, peligrosa, volcada exclusivamente para el mal.   

Es, según la mayoría de las leyendas, hijo de Yemanja, más no es considerado únicamente  como un  orixá.  Según la tradición, Exu es el causante  de las  disputas, calamidades, accidentes y desgracias. En respuesta a esa afirmación, también se atribuye a él un lado bueno, que tal vez sólo aparece cuando le son brindado homenajes y sacrificios. A partir de esa dificultad en definirse, de manera más categórica, Pierre Berger  afirma que, "Exu se revela, tal vez de esta manera, el más humano de los humano de los orixás, ni completamente malo, ni completamente bueno".

Parte de esa contradicción no es observada por lo iorubas. La identificación de Exu como el mal, es más clara en Brasil, principalmente, cuando los cultos se distancian del candomblé tradicional. En el Umbanda, por ejemplo, donde la fusión religiosa corresponde a la propia base  de la  religión, Exu y el demonio cristiano son casi indistintamente la misma figura. La historia explica el proceso de acumulación de las características de uno por el otro con cierta facilidad.  En un primer momento, los jesuitas católicos  intentaron imponer la religión católica a los "negros paganos".  

Dada la dificultad de someter un pueblo con todo un conjunto de dioses y divinidades, inclusive más rico de que la teología occidental, algunos misioneros  optaron por  aprovechar  el templo africano y amoldarlo, en la medida de lo posible, a la configuración católica, más precisamente a la dualidad bien-mal.

Era preciso por lo tanto, encontrar un diablo -y la controvertida e inquieta figura de Exu, fue la que mejor se prestó a ese objetivo por diversas razones.   

Exu es una divinidad de fácil relación con los humanos- la más próxima al mundo material. A él se pide intervenga en las cuestiones más mundanas y prácticas.  Por esa facultad, Exu se constituyó en el protector de los negros, en el período de  esclavitud, contra el arbitrio y despotismo de los señores.   

Eran su familia osebos (conocidos vulgarmente como "despachos") dejados en las encrucijadas próximas a la casa grande.  En una circunstancia de lucha, el que practica el bien para un antagonista, defendiéndolo de otro, también puede ser visto, desde el punto de vista de este último, como el que hace el mal. Así, los señores de ingenio ven en Exu al demonio que los negros lanzaban contra ellos.   Otro factor que facilitó la identificación de Exu  como el  demonio cristiano, es su  ligazón con el fuego, con la masa ígnea.  Además de eso, la sexualidad desenfrenable Exu (muchas veces representado  por una  figura humana con sonrisa descarada y una permanente erección) debe haber a ayudado en la tarea de los jesuitas en la búsqueda de un demonio en la mitología africana.

El responsable por las fuerzas del bien y del mal.

Bastó poco tiempo para que esa identificación Exu/Diablo, fuera aceptada  casi íntegramente por el Umbanda y, de manera más moderada, por buena parte del candomblé brasileño. Eso representa una distorsión de los  conceptos iorubas tradicionales, que le permiten, gracias a su  irresponsabilidad y falta total de patrones morales, l control, tanto sobre las fuerzas del bien como sobre el mal.  La moralidad no está en la divinidad, más sí en quien se relaciona con ella, siendo así, Exu es, consecuentemente, una concepción  exterior a  la dualidad cristiana. Ese preconcepto se revela en el pequeño número de personas que son consagradas a ellos como hijos. En general, existe  una postura  diferente entre  los hijos  de Exu  y los de otros orixás.   

Mientras que estos revelan un gran orgullo de traer dentro de sí las características de una divinidad a quien aprueban los hijos de Exu, generalmente son señalados como sufridos, "gente que carga un pesado fardo".

Mismo el lenguaje de muchas regiones marca esa diferencia: en cuanto se  dice en relación a otros santos, que están poseyendo o incorporándose a su hijo, los hijos de Exu son señalados como los que están  "cargando"  la divinidad, dado el peso que ello representa.  Un creencia visiblemente originada a partir de los contactos con el cristianismo, afirma que  la acción de nacer hijo de Exu significa castigo por algo hecho en encarnaciones anteriores.

Finalmente el recelo de que Exu puede hacer con la cabeza de un ser humano es tan grande que muchos de sus hijos que no son iniciados así, son rapados  como hijos de Ogum, después de ceremonias en  que Exu es fijado (esto es, prestado por un plazo limitado a Exu), y calmado.   Esa transferencia sólo es posible dada la buena relación que se supone existe entre Exu y Ogum, hermanos por parte de madre e igualmente dueños de un carácter violento y agresivo. Fuera de eso, el día consagrado a Exu es el lunes, afirmando así la relación que existe entre él y la muerte, ya que el lunes también es el día de los eguns, las almas de los muertos.

Apartándose, sin  embargo, del  concepto  diabólico, las funciones de Exu son bastante definidas en el candomblé tradicional.  Dentro de los orixás es el primero en ser citado, el primero en ser recordado en la región, es a quien se pide permiso  para que  todas las ofrendas a los otros orixás, puedan ser hechas; en suma, es siempre el primero.  Hay dos explicaciones para eso. Una se refiere al hecho de que Exu es imprescindible para cualquier enlace entre los seres humanos y el mundo astral siendo su papel  primordial el  de mensajero  de los  orixás.

Otra explicación se basará más en el carácter controvertido a él atribuido: Exu sentiría envidia y perturbaría cualquier ceremonia en que no fuese el primero en ser homenajeado. Una leyenda, recogida por Roger Bastide explica esta versión:

"El rey del Congo tenía tres hijos: Xango, Ogum  y Exu. Este último no era exactamente un rapaz malo, pero era retardado y por eso mismo turbulento, peleador. Después de su muerte, siempre que los africanos hacían un sacrificio a los espíritus o celebraban una fiesta religiosa, nada salía bien, los ruegos dirigidos a los dioses no eran oídos, los rebaños eran diezmados por las epidemias, las cosechas se secaban sin producir frutos, los hombres enfermaban.   ¿Qué tabú habría sido violada?. El babalao consultó a los obis (frutos de una palmera usados para adivinar) y éstos  respondieron que  Exu tenía celos, que quería su parte en los sacrificios (...) Más, quien era ese Exu? Cómo? ¿No os acordáis más de él? ¡Ah sí!, ¡aquel  negrito tan  fastidioso!, ¡exactamente  ese!. Y fue así que en adelante, no se pudo hacer ninguna obligación, ninguna fiesta, ningún sacrificio, sin que Exu  fuese servido en primer lugar".

La relación entre hombres y orixás.

 Las dos versiones suministran datos claros sobre las contradicciones de esa entidad.  Exu es el primero por el intermediario entre  todos los  contactos, como también por ser el más próximo de los humanos, con sus defectos y fallas. Según Olga Cacciatore en su  Diccionario de Cultos Afro-Brasileros, él "es el elemento dinámico de todo lo  que existe  y el principio de la comunicación y expansión. Es también el principio de vida individual".  A pesar, según  la tradición, que existieron muchos Exus (tal vez 21, tal vez muchos más, variando de acuerdo con la fuente) -algunos más viejos, otros más jóvenes- su figura puede ser sintetizada  por la imagen de un chico saltarín, experto, que  luego tempranamente  aprendió a dividirse  manipulando las  personas, lanzando  contra otras, más bien dispuesto (si bien interesadamente, siempre  exigiendo algo en cambio). No es de él la responsabilidad de decidir lo que es cierto o errado, apenas realizar la tarea para la cual fue convocado, eso sí, está de acuerdo en realizarla, aceptando las ofertas propuestas.

Su relación  amistosa con los  humanos es marcada por el hecho de que toda  región tiene un Exu protector, que  vigila por la seguridad de la casa. En Porto Alegre se encuentra una asociación poco usual de Exu con San Pedro, Pero, que se presenta como bastante revelador.  San Pedro el portero del paraíso, el responsable por el tránsito de almas, de la misma manera que  Exu es responsable por el tránsito de la Tierra.  Por eso, su Obá es guardado en una casita separada, junto a la entrada o la salida de la Tierra, o por lo menos en uno de sus límites.

Su función de contacto, entre lo real  y lo irreal, hace como que Exu sea también intermediario entre el babalorixá y los demás orixás, en la lectura de los buzios. Son los orixás que responden, más Exu quien traduce sus respuestas.   Por lo tanto, la salud, el futuro, el destino, y las recomendaciones de que es necesario para atravesar los obstáculos sólo pueden ser conocidas, gracias a su intermediario. Según la tradición ioruba  cada orixá  tiene sus propios Exus, que funcionan como sus esclavos o siervos, posibilitando los contactos entre las diferentes divinidades.

El regulador del universo

Exu no queda por eso, limitado sólo a realizar las órdenes de los otros.  En medio d su comportamiento aparentemente  malicioso y contradictorio, habría una compleja y difícil búsqueda de un orden.  

Ese aspecto de su personalidad es dado a  conocer por Roger Bastide, a  partir de  la transcripción  de  una leyenda. En resumen, Xango  se  habría enamorado  perdidamente de Oxum, al extremo de intentar violarla, lo que fue impedido por la rápida acción de Exu, separándolos. Sus relaciones sexuales sólo se consumaron cuando fueron socialmente aprobadas.  En este caso, según Bastide, Exu no interviene más entre los dos, porque descubre una  utilidad social y natural  para las relaciones entre ellos -la leyenda afirma- que  cuando Xango se tiró a los brazos de Oxum, se desató una  tempestad formidable. 

De las relaciones entre los dos orixás, nació  la lluvia. Conforme, justifica  Bastide, la  concordancia  de Exu en cuanto a las relaciones entre Xango y Oxum, se manifiesta porque ellas  "se transformaron en relaciones legales  y no fruto de la violencia. Exu no  puede y  no quiere  impedir que caiga la lluvia, pero la lluvia puede destruir la cosecha  y agujerear la Tierra, como hace crecer las plantas;  el rayo también incendia, como castiga a los malos.   Lluvias y rayos deben pues, ser controlados  en sus manifestaciones, y es Exu quien aparece, en esos mitos a primera vista contradictorios, para en cierto momento se parar, en otro, dejar que la  unión se efectúe, como el controlador todopoderoso de estos fenómenos cósmicos.

"Tales mitos", prosigue Bastide !tienen pues, a confirmar la función de Exu como regulador  del cosmos, aquel que  abre las barreras, que traza los caminos.

En suma, como un Dios, da orden. Bajo la forma de mandadero de las divinidades, hace que los diversos orixás se comuniquen entre sí, abre las puertas entre los comportamientos de lo real, pero sólo, para fines útiles, de interés general. Impide, al contrario, los encuentros brutales de fuerzas de la naturaleza que podrían traducirse en choques fatales". Por lo tanto, no es  por diversión que Exu, primero impide la consumación de un acto sexual el cual después termina por sancionar, más si para impedir la "tempestad  destructora" (el  choque entre  un Xango, llevado por una violencia sexual, y una Oxum, defendiéndose agresivamente) y posibilitar la "lluvia benéfica" (el  encuentro  sexual en que Oxum también quiere a Xango).

Esa función coordinadora también puede ser notada en la movilidad vertical que Exu  tiene, tanto de acceso a los orixás, como a los humanos, al abrir el camino para la comunicación directa  (juego de buzios), para la entrada de los eguns en el reino de los muertos, para la realización  de cualquier ceremonia, trabajo o fiesta. Tal carácter es reforzado en los trabajos de Pierre Verger y Claude Lepide, cuando describen, en investigaciones diferentes, los tipos psicológicos de candomblé. Así, los hijos de Exu tendrían  como componentes básicos  de su personalidad ambivalente, una continúa oscilación entre el bien  y el mal.

Una cierta ironía. Una manera de ver el mundo inconsecuente. Pueden ser muy comunicativos, consiguiendo a  través de  eso un  destape social.  Gustan de las intrigas, del juego de bastidores permitido por el mundo de los grandes negocios (donde está el dinero que también los atrae bastante) y de la política. Por otro lado, tiene gran capacidad de oír a los otros, comprendiendo fácilmente sus problemas.

Son sobre todo, buenos consejeros, especialmente si una significativa recompensa estuviera en juego. Físicamente, son marcados  por ojos  incisivos y agudos, que a veces recuerdan la fuerza del fuego.

Nombre: Exu                                  

Filiación: Yemanjá y Oxalá                    

Dominio: Porterías y encrucijadas

Colores: negro y rojo 

Salutación: Laroie!    

Comida: farofa de dende, cachaca y miel 

Sacrificio: Pollo (negro) y macho cabrío  

Día: lunes                     

OGUM: EL TEMPERAMENTAL SEÑOR DE LA GUERRA

Orixá del metal y de la guerra.  Ogum es uno de los dioses africanos más conocidos entre la leyenda al respecto, hablan de un temible guerrero, siempre envuelto en batallas para aumentar sus dominios; impetuoso y justiciero, alza por sobre todo el concepto de honra. Ogum tiene numerosos puntos de contacto  con el modelo  de héroe que  el cine norteamericano glorificó.

Ogum, como personaje histórico, es señalado como el hijo mayor de Odudua, el fundador de Ifé (ciudad de Nigeria, considerada capital religiosa de los iorubas).  Según esa línea de investigación, era  un hombre  extremadamente  guerrero, cuya principal función era la de mandar el ejercito de su ciudad, estado en invasiones frecuentes a los reinos vecinos, saqueando los Estados derrotados y ampliando el área de poder de su linaje.

Por eso, Ogum es el orixá de la guerra, del combate y de la competición. Uno del sincretismo más obvio que ocurrió a partir de esa imagen es la asociación entre él y San Jorge, el santo guerrero del cristianismo.   

Es por lo tanto, el protector de los militares y de los combatientes en general. Por extensión es el orixá  de los que  producen las  armas de guerra, los herreros.  Se identifica básicamente con el hierro, tanto por la  importancia marcial del metal  en la construcción de armas, como también por tener un temperamento resuelto, duro y vigoroso, fácilmente comparado a la inflexibilidad e indestructibilidad  (por lo menos, gran capacidad  de resistencia) del metal.

Actualmente, una serie de otras profesiones fueron consagradas a Ogum, como barberos, almaceneros, carpinteros, escultores, mecánicos, metalúrgicos, choferes, etc. Siendo hermano de Exu, Ogum tiene muchas  cosas en común con él. Además del carácter inestable y arrebatado. Ogum, también tiene dominio sobre los caminos. Si Exu es el dueño de las encrucijadas, asumiendo las responsabilidades del "tráfico", de determinar lo que puede o no pasar. Ogum es el dueño de los caminos en sí, las relaciones  que se establecen  entre las diferentes localidades.   

Así, una de las características arquetipos  atribuidas a los hijos de Ogum, es el gusto por los viajes, por las mudanzas, por el "correr el mundo", teniendo dificultades para establecerse de manera permanente en algún lugar.

Reforzando ese aspecto, Ogum  no era  una figura  que se preocupase con la administración del reino de su padre. A pesar de haberlo sustituido en ocasiones necesarias, toda la acción de Ogum era la  de expandir el territorio, conquistar y saquear, dejando a sus  subordinados e hijos, la dirección de estos nuevos territorios.

Los lugares consagrados  a este orixá, son todos al aire libre.  Por tradición es un orixá bastante respetado.  Hablar algo en nombre de Ogum, concede una  gran firmeza, encubre un concepto honrado inalterable al garantizar la veracidad del hecho, algo comparable a "jurar por Dios" de los católicos.

En el umbanda, también son acreditadas a Ogum, las demandas judiciales. Ya el  candomblé  más tradicional, separa  esa función  para el dominio de Xango. Para Ogum, la justicia, la verdad, son importantes. Pero, su ocupación no es determinar quien tiene  la verdad o quien  está errado, sólo  debe hacer prevalecer la justicia. Por lo tanto, es justiciero, más sin la gravedad de Xango, ni su autoridad casi legal. Al contrario, Ogum es el que hace  justicia con sus propias manos, emprendedor y decidido, jamás dejando para otros, lo que juzga como su problema.

Una cólera trascendente.

Esa impetuosidad y autoridad, es la razón principal  que hace a Ogum ser el primer orixá saludado después de Exu.  Según Verger, "cuando Ogum  se manifiesta  en el cuerpo  de sus iniciados en trance, baila con  el aire marcial, agitando sus espalda  como para golpear a un adversario. Es entonces saludado con gritos de !Ogum ¡eee! (Hola, Ogum). Ogum siempre desfila al frente, abriendo camino para  los otros orixás en los días de fiesta con ropa".

El carácter temperamental y casi dramático de Ogum, trascendió casi en todas las leyendas.   Una de las más conocidas se refiere a la conquista de la ciudad de Ire, donde un hijo suyo ocupa la jefatura de gobierno.  Después de muchas campañas militares, Ogum retorna a esa ciudad.   

Las explicaciones de los malentendidos que ocurren luego, son diversas. Algunas dicen que Ogum se enojó por no ser reconocido.  Otras cuentan que en aquel día, por fatal coincidencia, hubo una  ceremonia donde nadie debía hablar, lo que hizo creer a  Ogum que no lo habían reconocido.

Además existen  referencias y posibilidades  de que Ogum no fue reconocido  en la ciudad que un día conquistó, tratando entonces a sus habitantes como enemigos. De cualquier forma, después de matar a algunos habitantes de Ire, Ogum percibió el error que su cólera provocó. Más de una vez, tenía crisis de arrepentimiento que sobrevenían a la furiosa explosión  de su temperamento. hasta que  llegó a  la conclusión de que no debía vivir más.  Entonces bajó la punta de su espada y así  como destruyó a sus enemigos, se destruyó a sí mismo, y haciendo un gran agujero  en el suelo desaparece por él hacia  el interior de  la tierra.  Habría sido  esa la gran y trascendente emoción que transformó al rey guerrero en un orixá, un acto impetuoso con que intentó castigarse por su propia impetuosidad.

Pierre  Verger aún  señalaba que  "antes de  desaparecer (...), él pronunciaba alguna palabras.  A esas palabras, dichas durante una batalla, Ogum aparece inmediatamente en ayuda de quien lo invocó.  Por eso ellas no pueden ser usadas en otras circunstancias, pues si no  encuentra enemigos  delante suyo, Ogum se lanzará sobre el que las pronuncie".

El "tipo Ogum", es  por lo tanto violento, impulsivo  y amigo de peleas. Tiene un serio  concepto de la honra, siendo incapaz de perdonar las ofensas de que es víctima. Los hijos de Ogum, son conquistadores, incapaces de quedarse en un mismo lugar, amantes de las aventuras, de viajes imprevistos rumbo a lo desconocido. Personas curiosas y resistentes con gran capacidad de concentrarse en sus objetivos.  Son persistentes y nada o casi nada los detiene en sus metas. Gran coraje, francos, casi arrogantes. Por otro lado, cuando no son  presas de los accesos de ira, frecuentes, son asociados al arquetipo de la camaradería masculina, relajado y sincero el típico compañerismo entre combatientes de guerra, amigos inseparables del ejercito. Esa imagen es muy frecuente en la cultura americana, producto de un país expansionista, cuya "personalidad-paternalista"  (si podemos decir que eso existe) se parece algo a la tradición bélica de este orixá, en oposición a la cultura más elegante y aristocrática de Europa, tal vez más cercana con los orixás más vanidosos y formales como Oxum o Xango. La rivalidad de Oxum también se aproxima a ciertos estereotipos liga dos a la  sociedad capitalista de consumo. Es  un líder  nato que fácilmente asume el control de su equipo.

En términos físicos, el hijo de Ogum, tiende a  ser erguido, musculoso y atlético. Tiene gran energía, que debe ser descargada en deportes, o cualquier otra actividad que implique desgaste físico; caso  contrario, verá esa  misma energía contribuyendo para  un humor inestable.  Las ropas escogidas por esas personas son simples, confortables,  absolutamente prácticas y durables. No deja de ser una curiosa coincidencia el hecho de ser el color de los jeans (los más vencidos), justo el color de Ogum: azul-oscuro. Algunos hábitos de la generación de los años 60, además de la masificación de los jeans también se aproximan a este orixá: el desapego a los bienes materiales, la falta de una vivienda fija para vivir, la adaptabilidad a cualquier lugar, la capacidad de comer, frugalmente cualquier cosa, sin problemas. Siguiendo esa tradición de correspondencia, la vida sexual de los hijos de Oxum, tiende a ser muy variada, sin demasiadas parejas estables, tampoco superficiales y rápidas, típicas de los viajantes que nunca que dan en un lugar. Por otro lado, su energía sexual es muy grande. En las leyendas, Ogum es relacionado  con diversos orixás femeninos, pero la relación más nombrada, es la que sostiene con Iansá, hasta que ella lo abandona por Xango. Este arquetipo psicológico es encontrado con frecuencia en la literatura y en el cine. Ogum en este sentido, es el héroe por excelencia, desprendido, corajudo, emprendedor, impecable con los enemigos, inaccesible  en algunos momentos, amigo y camarada en otros.  Puede ser visto en la mayoría de los Westerns, donde el héroe es un hombre sin pasado conocido que llega a una ciudad, libera  a los  malhechores, despierta  al deseo  y el amor en las mujeres, se relaciona sexualmente con ellas y al final otra vez solo, en busca de un combate más.   Los héroes de las historias de espionaje, también  pueden ser  incluidos en esa especie de lista.

Un personaje de Dostoievski que se encaja a este prototipo es Dimitri Karamasov, que no podía vivir en armonía con sus padres y hermanos, chocando frecuentemente con ellos por su energía, determinación e imprevisibilidad.  Necesitaba de un combate para sentirse vivo, se jugó por entero por el amor de Grushenka. Era militar, pero tenía problemas con  los superiores, pues su  naturaleza era  marcial, más libre para adaptarse a esas estrictas reglas.

Nombre: Ogum                                     

Filiación: Oranhia (o Odudua) y Yemanjá    

Elemento: hierro                                 

Colores: azul-oscuro (en el umbanda, también rojo y blanco).                         

Saludo: Ogunhe!                     

Comidas: asado, porotos negros

Sacrificios: perro (en Africa), gallo (en Brasil)

Día: martes                        

Sincretismo: San Antonio (Bahía), San Jorge (Río y Porto Alegre) 

OXOSSI:  EL PROTECTOR DE LA CAZA 

Hermano de Ogum, Oxóssi tiene como dominio los bosques y la agricultura, áreas, áreas  donde mejor  se desempeña  como proveedor de alimentos. Habitualmente asociado a la figura de un cazador, él para a sus hijos algunos de  las características necesarias  para  esa actividad: concentración, atención, determinación para atender los objetivos y una buena dosis de  paciencia.

 El otro nombre con  que es designado este orixá, deja en   claro su función en el mundo de  los míticos  dioses iorubas: Odé, el cazador. Hermano de Ogum y de Exu, Oxóssi es el  dios de la caza. Así como su hermano se inclina por la guerra, Oxóssi también sale de su casa.  No lucha con ejércitos, pero sí en los bosques, por los animales que van a asegurar la alimentación de su familia.

Existe otro punto en común entre estos hermanos. Coinciden en los conceptos de libertad, independencia, personalidad fuerte, decididos y emprendedores. Según las leyendas, también participó de algunas luchas, pero no tan  importante como  la de Ogum.

 Como orixá, su responsabilidad principal con respecto al mundo, es la  garantía de la  vida de  los animales, para que ellos  puedan ser cazados  y así asegurar  la alimentación de los seres humanos. En algunas ramas del candomblé, también se atribuía a Oxóssi un poder sobre las cosechas. Una de las leyendas sobre Oxóssi dice que en una cacería, el fue hechizado por Ossaim, a pesar de los avisos de Yemanjá para que tuviera cuidado.   Quedando entonces bajo el control de Ossaim, fue apartado de su familia, hasta que el encantamiento fue quebrado.  Cuando volvió a su madre, Oxóssi volvió a la floresta, bajo la  influencia  de  Ossaim, lo que  llevó a Ogum a revelarse contra su propia madre, censurándola por su comportamiento para con su hermano. Esa auténtica crisis familiar, fue la responsable del  descontrol de Yemanjá, que llorando desesperada, se deshizo en sus propias lágrimas, transformándose en un río que corre hacia el mar.

Según Pierre Veger, el culto a este orixá, es bastante difundido en Brasil, pero su figura es poco nombrada en África, donde prácticamente no tiene hijos.  Ese proceso de olvido, según el  investigador francés, se  debe al  hecho de que Oxóssi fue venerado en el Keto, donde llega a recibir el título de rey. Este país, en el siglo XIX, fue prácticamente destruido  y saqueado por las tropas del rey de Daomé. Sus habitantes (inclusive el gran número de iniciados de Oxóssi) fueron convertidos en esclavos, siendo vendidos tanto en el Brasil como en las Antillas. Cuenta Verger: "Se llegó a tal punto que, aún existiendo todavía en Keto los locales donde Oxós si recibía otra las ofrendas y sacrificios, actualmente ya no existen personas que desean venerarlo.   Como no podía ser de otra manera, el símbolo de Oxóssi es un arco y una flecha, generalmente de hierro. El "tipo Oxóssi" es generalmente aplicado a las personas joviales, rápidas y expertas, tanto mental como físicamente.

La postura de un cazador  al acecho en la  floresta, evitando hacer ruido y de ojos y oídos muy atentos al movimiento de la caza. Tiene por lo tanto gran capacidad de atención y concentración, más una firme  determinación en alcanzar sus objetivos, gran paciencia para aguardar el momento justo para cualquier iniciativa.

Los hijos de Oxóssi: solitarios y perseverantes

Esas características refuerzan la relación que se ha hecho entre Oxóssi y Ogum. Así es como el segundo posee un cuerpo erguido, atento y pronto  para el  combate, pero su  lucha es orientada  más  hacia lo  cotidiano, la alimentación -o en un sentido más amplio, en desempeñar sus tareas diarias- que hacia las orgullosas acciones militares.   

Así mismo, tiene la fuerza de Ogum, pero su violencia, si existe, es canalizada y reprimida justo en el momento apropiado. No tiene el temperamento incontrolable del hermano, ni sus cambios de humor.  Es también más reservado, aunque no le falta energía para mandar cuando es preciso.

Tiene una mayor tendencia hacia la soledad y así actúa en el desempeño de sus funciones. Al mismo tiempo siente un marcado sentido del deber y es sumamente responsable. En definitiva, míticamente recae sobre él, el peso del sustento de la tribu.   El hijo de Oxóssi tendría entonces, una fuerte relación con el mundo material, sin que esta tendencia signifique ambición.  Tiende a asumir responsabilidades y a organizar el sustento del grupo o de la familia a la que pertenece. Llegan a ser paternales esas preocupaciones, más su ayuda se concreta a la distancia del hogar, trayendo las provisiones o trabajando para que ellas puedan ser compradas, y no con el contacto íntimo con cada miembro  de la  familia, ya que  comparten con  Ogum cierta  incapacidad (más controlada) de quedarse en un mismo lugar y el gusto por la novedad y lo desconocido.       

Físicamente, los hijos de Oxóssi, tienden a ser flacos, un poco nerviosos, pero controlados.   Sus ojos son vivaces y atentos, sus pasos leves.  Sus movimientos tienen cierta gracia y ligereza. Son inestables en sus amores, pues son solitarios.

Una diferencia fundamental de Oxóssi en relación con Ogum, es su necesidad de refinamiento, sin llegar a lujo.  La vanidad es una de sus características, y el vestuario, a pesar de ser práctico, no se conforma  con el control funcional de las ropas del tipo Ogum, pero busca cierta armonía estética, discreta, sin embargo innovadora.

Nombre: Oxóssi                                           

Filiación: Yemanjá y Oxalá                         

Actividad: caza (por extensión, alimentación)            

Dominio: bosques (por extensión, campos agrícolas)       

Colores: azul-claro (en el umbanda, verde)             

Salutación: Oke! (o Oke Aro!)                            

Comida: Axoxó, porotos-negros-tostados, inhame          

Sacrificio: macho cabrío, cerdo y gallo                 

Día: jueves                                            

Sincretismo: San Jorge (Bahía) y San Sebastián (Río y Porto Alegre)                                      

OSSAIM:  PATRONO DE LA MEDICINA


Ligado a la floresta como Oxóssi, Ossaim posee, entretanto, atribuciones bien diferentes: cábele cuidar de las hierbas medicinales y sagradas, y por consiguiente, de todo y cualquier  conocimiento técnico más profundo.  Comúnmente se lo presenta  como una  figura reservada  y misteriosa, semejante al famoso  mago Merlín de las leyendas inglesas, él transmite a sus iniciados un gran equilibrio en las decisiones y cierto distanciamiento en cuanto a los amigos, además de  notable eficiencia en el trabajo.

 Así como Oxóssi, Ossaim es un orixá ligado a la floresta. Al contrario  del dios de  la caza, su relación primordial es con la  vegetación, con las plantas, más no  obligatoriamente con los vegetales destinados a la alimentación. Su especialidad son las plantas  medicinales y las sagradas, destinadas a las ceremonias del candomblé. Celoso por la salud y la religión, siendo su presencia absolutamente indispensable (en forma de trance  en un hijo) para la  realización de  cualquier fiesta o ceremonia, ya que el conocimiento sobre las hierbas, su utilización  es factor de igual  importancia, las palabras rituales necesarias para el empleo de las plantas, son su dominio.  

Para que el axé -poder potencial de cada planta- sea liberado y usado, las palabras mágicas  correctas son necesarias. Y todo ese conocimiento representa uno de los más graves secretos del candomblé, exclusivo de Ossaim y sólo divulgado a sus iniciados en circunstancias especiales.

Es verdad, que según las leyendas, cada orixá tiene sus hierbas y hojas particulares, circunscriptas a su campo específico de acción, más tal poder es limitado por el control total que Ossaim tiene sobre ese tipo de conocimiento. De acuerdo con casi la totalidad de los mitos, al contra  río de las figuras francamente humanas de los otros orixá, Ossaim tiene un aura de misteri en torno de sí, de la misma manera que su especialidad, a pesar de ser tan importante,  no toma parte de las actividades cotidianas como la lucha, la conquista, la comunicación o la caza, constituyéndose  más de  una técnica, una línea de  conocimiento que se  emplea cuando  es necesario -la cura invocada en caso de enfermedad-.

Toda la actividad de Ossaim es rodeada de cuidados casi rituales. Para que un iniciado pueda recoger las plantas necesarias al culto, debe abstenerse de cualquier bebida alcohólica y de las relaciones sexuales la noche anterior a su jornada. Las hojas deben ser recogidas en la floresta virgen y no en plantaciones domésticas.

Tampoco son  necesarias las  leyendas sobre Ossaim de su  cantidad de relaciones familiares y sexuales. Generalmente es  presentado como un ser solitario, vagando nebulosamente entre  las sombras por la floresta y no habitando ningún lugar específico. En algunas historias es presentado como una figura de  una sola pierna. En otras, quien tiene una sola pierna es Aro ni (tal como nuestro sacipereré, que tiene siempre una pipa en la boca). Por eso se atribuye a los hijos de Ossaim un andar característico, que no es rengueo, sino algo  imperceptible, como si una  de las piernas tuviese  menos fuerza que la otra.

Algunas confusiones surgen en relación a Obaluaié (o en su forma antigua Omolu), presentado como un orixá de la enfermedad, más la división es bien determinada: si Obaluaié puede causar la dolencia, Ossaim es quien puede curarla, siendo llamado popularmente "Orixá de la Medicina".

El arquetipo psicológico asociado a Ossaim es, según Verger, "de las personas de carácter equilibrado, capaces de controlar sus sentimientos y emociones. De aquellas que no permiten que sus simpatías y antipatías intervengan en sus decisiones o tengan influencias  en sus  opiniones sobre  personas y acontecimientos".  Esa capacidad de discernimiento frío y racional, sin embargo,  difiere de la  predisposición semejante que existe en el arquetipo de Xango. Si este orixá puede juzgar con frecuencia entre lo cierto y lo errado, el tipo Ossaim es más reservado, interviene poco en  cuestiones que no le merecen respeto. No es necesariamente introvertido, más no se destaca en la actividad social.   

Cierto halo de misterios o por lo menos una reserva sobre el propio pasado, puede estar presente, aunque ese pasado no tenga nada grave que esconder, sólo una vida común.   Tiene cierta atracción por la religión y por los aspectos rituales de la realidad en general.

Los hijos de Ossaim, no aparentan gran fortaleza, pero es atribuida a ellos tradicionalmente, una energía reservada, guardada en forma  potencial, que se puede  manifestar  en la "resistencia pasiva" pregonada por Gandhi. No diariamente, se rían personas que difícilmente desistirían de sus objetivos, más no tendrían prisa por alcanzarlos, prefiriendo cumplir su parte, dejando el  resto a cargo del flujo natural de las cosas. Esa creencia puede ser atribuida a un cierto fatalismo.

Si en las leyendas Ossaim es desprendido de su familia, también los es su hijo-de-santo.   No hay necesariamente, una voluntad de separación, sí, una capacidad  para no  enredarse demasiado sentimentalmente. La distancia también se produce en relación al círculo de amigos y a toda su  visión global del mundo. El hijo de Ossaim, tiene por lo tanto, la capacidad de cuestionar las reglas sociales, poseyendo frecuentemente un código de valores diferentes al socialmente sancionado, sin por eso, tener la preocupación de divulgarlo. En conocimiento de las plantas puede ser encarado como la representación mítica de cualquier forma de conocimiento técnico.

Si Ossaim es el orixá de los curanderos, médicos y farmacéuticos, puede también  ser el orixá de  cualquier profesión basada en un  conocimiento técnico  profundo de los "secretos de know-how (como conocer)". Eso hace para el arquetipo ligado a él, que la  eficiencia sea una característica importante en el juzgamiento que hace de los hombres. Si bien no todos los hijos de Ossaim pueden ser llamados exóticos, habitualmente habrá algo que los diferencia de los demás, la manera de vestir, el gusto referente a la decoración, o a la lectura -muchas pueden ser las manifestaciones de esa singularidad, pero siempre traducirán el aislamiento de Ossaim.

Otra particularidad física bastante frecuente son los cabellos lacios y apretados.

El "tipo Ossaim" es frecuente en la literatura, especialmente cuando ella trata temas míticos y religiosos.  El curandero-sacerdote que surge  donde nadie vive, apartado de todos y tiene un poder técnico  indispensable o mágico, al punto de influir en la relación de los demás personajes, es común.  Un  ejemplo típico  es el de mago Merlín, en las leyendas relativas al Rey Arturo y la Mesa Redonda.   Sólo se aproxima a los personajes cuando quiere (y sólo quiere cuando el destino establece que su  presencia es necesaria para la  resolución de un impase).  Vive en la floresta, sólo ligado a pájaros (esa, relación entre pájaros y hechiceros, también es  frecuente en las leyendas africanas, especialmente  tratándose de Ossaim), sin  hijos carnales  conocidos o relaciones amorosas destacadas.

Nombre: Ossaim                                           

Filiación: Yemanjá y Oxalá                                

Actividad: cura y liturgia                               

Dominio: hierbas y hojas (floresta en general)           

Colores: rojo y azul (a veces también verde, según O.    

Cacciatore; el verde y blanco según Verger)              

Salutación: Eu-eo!                                       

Comidas: farofa, porotos negros, miel y humo             

Sacrificio: macho cabrío y gallo                         

Día: lunes o jueves (según Cacciatore) sábado (según Verger)                                                

Sincretismo: San Benedito 

EL ORGULLOSO Y DOMINADOR XANGO

Orixá popularísimo en Brasil, Xango recuerda bastante al  Zeus de la mitología greco-romana: así como su correspondiente europeo, es una divinidad relacionada  a la  fuerza y a la  justicia, detentando poderes sobre rayos y truenos, demostrando en las leyendas a su respecto, una intensa actividad amorosa. Su importancia  en Brasil  es grande llegando  a originar  cultos específicos  en Pernambuco y otros  estados del Nordeste.

Xango es uno de los  orixás más populares  en el Brasil.  Históricamente se le atribuye, el reinado  sobre la ciudad de Oyó (el que llegaría más  tarde a destronar al  mejor hermano  Dadá-Ajaká, a través de un golpe).  A pesar de historias como  esa, comunes en la  tradición ioruba, en el caso de  Xango es  particularmente importante, ya que casi  todo lo  referente a  su figura se relaciona con su status de rey.

Su nombre está siempre asociado a la fuerza especialmente  al poder que difícilmente es disentido. Es citado como un orixá autoritario y poderoso, que sabe despertar  en los humanos  el respeto por su determinación.   

Decide sobre el bien y el por sus decisiones, no sólo por  su poder  represivo, pero sí por su rectitud inquebrantable.

Es el orixá del trueno y del rayo. Míticamente el rayo es una de  sus armas, que él envía como castigo, nunca impensado o arrebatado, pero sí como final  de un proceso donde todo es pesado. Toda esa imagen hace que Xango sea asociado a la firmeza de la roca: duro y estable, al contrario de la fuerza móvil y agresiva del hierro transformado en arma, en el caso de Ogum.

Su axé (poder) está concentrado genéricamente en las piedras.  En una visión litúrgica más estricta, no obstante, ese axé habitaría las piedras resultantes de la destrucción provocada por un rayo.

A pesar de la respetabilidad que rodea la figura de Xango, el no llega a identificarse con la imagen de patriarca comúnmente atribuida a Oxalá dentro del culto del candomblé. Más contradictoriamente  existe  algo en común  entre Xango y Zeus, como apunta Pierre Verger al  hablar sobre los símbolos del orixá: "El símbolo de Xango  es el hacha  de dos láminas estilizado, oxé, que sus  eleguns llevan en las  manos cuando están en trance.  Recuerda el símbolo de Zeus en Creta.   Ese oxé parece ser la estilización de un personaje cargando el fuego sobre su cabeza, este fuego es al  mismo tiempo, el hacha doble y recuerda de cierta manera la ceremonia llamada ajeré, en la cual los iniciados de Xango  deben cargar  en la cabeza una jarra llena de  agujeros dentro de la cual  arde un fuego vivo.  Ellos se sienten incómodos por ese fardo ardiente, demostrando a través de esa prueba, que el trance no es simulado".

La popularidad del orixá es tan grande que en algunas regiones como Pernambuco, su nombre es utilizado para la designación de todo un culto.

Toda la gravedad y firmeza atribuidas a Xango no lo apartan de las características  humanizadoras que poseen los orixás del candomblé. Así, Xango sería como su "punto débil", la sensualidad devastadora y el placer. Es señalado como figura vanidosa en muchas leyendas y cánticos, teniendo tres esposas: Iansa, Oxum y Obá.

Por el carácter presentado en las historias, el arquetipo referente a Xango sería  el de una persona  capaz de insistir en la conquista amorosa, sin importarle los medios necesarios. Tal es así que en las leyendas señalan a Xango como un feligrés del herrero Ogum. Va permanentemente a la casa de éste, muy abrumado, lanzando mirada sobre Iansa, que finalmente abandona la casa de Ogum para quedarse con su conquistador. Más tarde, él quedó fascinado por la belleza de Oxum, y pasó a perseguirla incesantemente. Algunas historias cuentan que Xango solo no era violento porque Oxum se lo impedía. Otras versiones dicen que Xango, caballerescamente, se postró a los pies de Oxum, en prueba del respeto que ella le despertaba. Además existen versiones que responsabilizan a Oxum por tener dominada la situación, al imponer a Xango  que durmiera a sus pies, evitando con su determinación, la violencia.

Cualquiera de las versiones presentadas, muestra el carácter arrebatado  de Xango en el amor, opuesto a su postura más sólida, en las demás cuestiones.

Se le atribuye al tipo Xango, un físico fuerte, pero con algo de gordura, con tendencia a la obesidad.  Por otro lado, esa tendencia es acompañada por una estructura ósea bien constituida y "firme como una roca" como se acostumbra decir. Tal vez sea medio bajo, con tronco  fuerte y largo, en oposición a su altura. De cualquier manera, personas ligadas al candomblé  acostumbran facilidad en reconocer  a los hijos  de ese santo sólo por la estructura física.

Psicológicamente los hijos de Xango presentarían una fuerte dosis de energía y de auto-estima, una consciencia  de que son importantes, de que son  dignos de  respeto y que su opinión sobre cualquier tema será decisiva. Claro que esas manifestaciones no se aproximan  a la  megalomanía, además porque la energía magnética  que esas  personas, suelen conseguir de sus interlocutores, por lo menos, parte, de esa autoridad que se reservan.  La postura "real" de los hijos de Xango, por lo tanto, viene de esa configuración.

Como Xango es vanidoso y sociable (sin la agresividad bélica de Ogum o la necesidad de  aislamiento de Oxossi y Ossaim), las personas de su tipo suelen tener  cierta exageración en el perfeccionamiento, o por lo menos ser bastante educadas Por eso, el "Señor del ingenio" que habita dentro de ellos hace que nieguen el cuestionamiento, especialmente  si ya tiene cerrado el asunto en cuestión.  Gustan por lo tanto, de decir la última palabra, aunque saben escuchar.

Cuando son contrariados, pueden tornarse rápidamente vio lentas e incontrolables. En ese momento resuelven todo de manera impensada y demoledora, pero "hecha la ley" retornan a su comportamiento usual. Son fuertemente atraídas por el sexo opuesto. La conquista sexual ocupa un lugar destacado en su vida. En síntesis, el arquetipo reservado para Xango, se aproxima a la  figura  patriarcal del "déspota ennoblecido, aquel   que tiene el poder, lo ejerce  inflexiblemente, no admite dudas en relación a su derecho, pero juzga a todos según un concepto estricto y sólido del bien y del mal. O sea, a pesar de  cierta tendencia autoritaria, él la canaliza de manera ética,  siendo  variable en  el humor, pero incapaz, conscientemente, cometer una injusticia.

Nombre: Xango (el distribuidor de justicia).             

Filiación: Oranhia y Yemanjá.                            

Elemento: piedra.                                        

Dominio:  rayo y trueno - justicia.                      

Colores: rojo y blanco (en umbanda marrón).              

Salutación: Kawó-Kabiesilé!.                             

Comidas: amalá (caruru de quiabos).                      

Sacrificio: gallo y carnero.                             

Día: miércoles.                                          

Sincretismo: San Jerónimo.                               

En la literatura, puede ser encontrado fácilmente en los  personajes patriarcales fuertes, que dominan una familia, una  empresa o un imperio con mano firme, pero de manera honesta. Un caso típico es el del padre del clan Karamasov, que además de toda la  autoridad típica  de Xango, se deja llevar por la atracción fulminante que siente por la  prostituta Grushenka,    compañera  tanto de cama, como de farras, y la que finalmente tendrá que disputar con el propio hijo de Dimitri.

IANSA: ARREBATADORA Y DOMINADORA 

Primera entidad femenina a surgir en las ceremonias, Iansa impresiona por la independencia casi salvaje característica de su comportamiento. Esposa de Ogum, lo dejó cuando se dejó fascinar por el magnetismo de Xango, más no cortó completa mente las  relaciones con le primer esposo, convirtiéndose en su amante; otras leyendas, no  aseguran que  Iansa y  Ogum se volvieran enemigos irreconciliables después de la separación.

Tales idas y venidas de su vida, le dan  un toque  original a los hijos de ese orixá, fuera de su autoridad y franqueza.  En las ceremonias de candomblé en que los orixás se presentan, incorporándose a sus hijos-de-santo, la primera divinidad femenina que surge, es Iansa.   Ella viene al frente de los orixás femeninos, blandiendo su espada guerrera agresiva y al mismo tiempo, feliz.  Su imagen es siempre asociada a la felicidad extrovertida, de la mujer  que sabe pelear y defender lo que tiene con uñas y dientes, aunque también es expansiva en el amor y en cualquier otro momento de alegría.

Es orixá de un río, conocido como Níger, cuyo nombre original en ioruba, también da el nombre por el cual Iansa es conocida y venerada en Africa -Oyá- nombre poco usado en el Brasil. Aquí es muy conocida y tiene muchos hijos. Fue la primera esposa de Xango y por él abandonó a Ogum, fascinada por el tipo  elegante y fino  del dios del rayo, en oposición a la tradición rústica de Ogum. Aquí las leyendas se dividen. Algunas atribuyen a Iansa una inmensa y terrible pasión por Xango, sentimiento ese que se manifestaba a través de su eterna presencia al lado de él. Dado su carácter extrovertido, Iansa permanecería al lado de Xango no sólo a diario, sino también en las guerras, en la caza y cualquier otra situación. Una de estas historias sobre ese amor, dice que Iansa buscó la muerte por su propia voluntad al saber de la muerte de Xango. 

Sería esa  escuela motivada  por el amor que la aproximaría a la  muerte, atribuyéndosele  poderes  sobre los eguns.   De acuerdo con el diccionario de Cultos Afro-Brasileros, de  Olga Cacciatore, ella es "el único orixá  que teme a los eguns, dominándolos con su iruexim (su instrumento litúrgico durante las fiestas, una vara de  pelo hecha del rabo de un caballo, atado a un cabo de hueso, madera o metal)".

Hay otras versiones del triángulo Iansa-Xango-Ogum, atribuyen a Iansa una  gran fascinación  en relación  a Xango, ya que el era el opuesto de Ogum. Pero después de haberlo desposado, Iansano habría resistido, volvería a encontrar con Ogum tomándose su amante, lo que vendría a corroborar ciertas características atribuidas al arquetipo psicológico  referente al Iansa, como veremos más adelante.  De cualquier forma, la pasión de Ogum por Iansa sobrevivió a la separación. De acuerdo con las diferentes interpretaciones. se tornaron enemigos a muerte por esa causa (en algunas regiones, llevan luto) o amantes; por eso sea cual fuera la forma, la relación continuó, insistiendo en el hecho de que Iansa es arrebatada, sorprendente, pero  extremadamente  fiel a sus  propias convicciones, y especialmente a sus propios sentimientos.     

Es la reina de los vientos, rayos y tempestades. Su temperamento es míticamente presentado como apasionado, dominador, arrebatado y corajudo. Su osadía, según una leyenda, sería la responsable por los poderes que ostenta; Xango habría mantenido contacto  con hechiceros de  otros reinos  y habría conseguido la promesa  de recibir un  preparado  mágico que ellos poseían y que le  permitiría soplar  viento y fuego por la boca y por la nariz. Usó a la esposa como mensajera; ella le trajo la poción, pero antes la probó, pasando entonces, a dividir con él la misma fuerza. Con el tiempo, a pesar de los poderes  de ambos, se fue estableciendo  una cierta separación, dejando a Xango, el poder del rayo y  del trueno y a  Iansa los vientos, se produce la tempestad, en oposición a la lluvia más calma, que ayuda a la agricultura, producto de la asociación entre Xango y Oxum.

Otra historia atribuye  al poder de Iansa otro acontecimiento bastante decisivo.  Los orixás estarían cansados de no tener acceso a las hojas, tan importante para cualquier celebración litúrgica y para muchos otros aspectos de la vida material. En ese aspecto, eran  completamente  dependientes de Ossaim, que reinaba  sólo en  su dominio, incitado por Xango, Iansa movió fuertemente su saya, provocando un terrible viento (el afeté) que arrancó todas las hojas que Ossaim intentaba resguardar con su cuerpo.  A partir de entonces, las hojas fueron repartidas y  cada Orixá posee sus plantas, aunque eso no separó totalmente a Ossaim de su poder.

En otras leyendas, Iansa aparece teniendo origen animal. Ella habría salido del interior de un búfalo, lo que sólo habría sido  presenciado por Ogum, su primera relación amorosa, registrada en los mitos. Esa cara de animal, sirve para explicar la imagen cercana a lo salvaje que se asocia a ella.  Su danza en lo terreno es una mezcla de guerrera, blandiendo la espada para separar los oguns y marcar su poder y autoridad, pero también, una extravagancia, una fiesta  de ella  para ella misma y para todo su entorno. Es tanto una autoafirmación, como también, una celebración explosivamente sensual.

Serían así, por lo tanto, todas las hijas (e hijos) de Iansa. Arquetípicamente, estarían ligados  a personajes  que transforman la vida en un gran aventura y en una gran fiesta constante.   De aquellas que, repentinamente, cambian todo el rumbo de su propia vida, por un amor o por un ideal. Que pueden en cualquier momento, tener crisis de cólera o de irreprimible felicidad. La Gabriel de Jorge Alado, por lo tanto, tendría características del tipo Iansa: cuando se le ocurre, tira los zapatos, arrojándolos al aire y sale brincando con los chicos de la calle, feliz porque el sol pega en su piel y por que está girando, girando...

Los hijos de Iansa son por lo tanto, generalmente extrovertidos y francos. Leales, se abren totalmente y les es imposible esconder la alegría y la tristeza. Dentro de su franqueza, no consiguen -o no quieren- esconder las emociones cuando están atraídos por alguien, lo que puede complicar un poco su situación en una sociedad monogamica, ya que se encantan  con personas diferentes de la misma manera con que se encuentran con las otras situaciones de la vida: intensa y variadamente.

Pierre Verger dice que el arquetipo de Iansa corresponde a la imagen de "mujeres" (...) cuyo temperamento sensual y voluptuoso pueden llevarlas a aventuras amorosas extraconyugales múltiples  y frecuentes, sin reserva  ni decencia, lo que no les impide continuar muy celosas de sus maridos, engañados por ellas mismas".

Toda esa fuerza puede llevarlos al autoritarismo, lo que hace que esos individuos sean reconocidos como extremadamente malhumorados, o por lo menos, talentosos, cambiando a cada momento sus estados de ánimo. Ese aspecto "difícil" de temperamento, sería consecuencia de prohibiciones o  impedimentos de cualquier especie a la realización de sus ansiados objetivos.

Nombre: Iansa                                    

Filiación: Yemanjá y Oxalá                        

Elemento: viento                                  

Dominio: vientos y tempestades                   

Colores: marrón-rojizo, en el umbanda; rosa-coral en la ropa y amarillo en los collares.            

Salutación: Epahei! (con aspirada)              

Comidas: acarajé y amalá de 14 quiabos            

Sacrificio: cabra y gallina                       

Día: miércoles                                    

Sincronización: Santa Bárbara (invocando cuando hay tempestad.                                       

LA BELLA VANIDOSA OXUM


Sincretizada con diversas Señoras Nuestras a lo largo de Brasil, Oxum manifiesta una delicadeza y juventud semejante a  la figura tradicional de la madre de Jesús. Responsable de la    fertilidad y de los recién nacidos, es sobre todo conocida por su belleza, la cual en las leyendas adornan  con ricos vestidos y objetos de uso personal.  Dominada los ríos y cascadas: detrás de una superficie aparentemente calma, pueden existir fuertes corrientes y cavernas profundas.

Aiieieo, aiieieo Mamae Oxum" es un trozo de samba-enredo de la escuela de samba Imperio Serrano, de río de Jneiro. Sin duda, Oxum es un orixá femenino bastante conocido y venerado  en el Brasil, donde su imagen es casi siempre asociada a la maternidad, siendo común ser invocada a través de la cariñosa expresión Mamae Oxum. Oxum es el nombre de un río en Oxogbo, provincia de Ibada, Nigeria. Es también la morada de la diosa que le da el nombre, siendo ella conocida como la dueña de las aguas dulces. Por lo tanto, su elemento y el habitad natural es el lecho de los ríos y especialmente, las cascadas, donde acostumbran hacerle entrega de las comidas y los presentes.

Tiene a su cargo el don de la fertilidad, así como Yemanjá. Es a ella a quien se dirigen las mujeres que quieren embarazarse, siendo  responsabilidad de  Oxum, también cuidar  de los fetos que están  en gestación y  por los  recién nacidos, hasta que puedan hablar.

A pesar de esa fuerte marca de maternidad, Oxum es generalmente presentada como una diosa joven. Fue reina de Oyó, como segunda esposa de Xango -su preferida- por la jovialidad y belleza.

Además de esas relaciones, Oxum también es considerada la diosa de la belleza y por algunas extensiones, no aprobada totalmente por el candomblé tradicional, también la diosa de las artes y de todo donde la estética es importante, ya que sería una figura bella y gustaría de estar rodeada por lo que es bonito y vistoso. Por otro lado, es también la diosa  del dinero, de la riqueza, atribuyéndosele un gusto refinado. Popularmente en Brasil se acostumbra  asociar a Oxum al oro, el que es reforzado por el amarillo oro  de sus ropas en las ceremonias y  en los collares  de los hijos-de-santos; finalmente es el mal más valioso que conocemos. Según la tradición ioruba, su metal es el cobre, pero la correlación con el oro no está errada, de acuerdo con  los historiadores, el cobre era el metal más caro conocido en aquella nación.

Por su belleza, Oxum habría despertado muchos amores. Pero su relación más importante fue con Xango (hay una leyenda al respecto de como ambos se conocieron, en el artículo referente a Exu). Su relación con la figura de Exu también es satisfactoria, ya que él habría ayudado tanto en relación a la primera violencia de Xango, como en la segunda. Cuenta una historia que Xango, queriendo ejercer control total sobre Oxum, la puso presa en la torre de su castillo. Exu, pasando por allí, oyó a Oxum llorando y se interesó en saber la razón de tal sufrimiento. Fue Exu, por lo tanto, que llevó el pedido de socorro a Orumilá ( el dios supremo), el cual sopló un poco sobre Oxum, transformándola en una  paloma, posibilitando  así que ella volara y consecuentemente huyera. Es por esa leyenda que la paloma es un ave sagrado para los seguidores de Oxum.

Son atribuidos  a Oxum ciertos  poderes de hechicera, o, por lo menos de fácil acceso a ellos.  Así, su poder sobre la maternidad sería  resultado de una  hechicería. Pierre Verger recogió la siguiente leyenda al respecto:

Cuando todos los orixás llegaron a la tierra, organizaron reuniones donde las mujeres no eran admitidas.  Oxum fue aborrecida por ser puesta de lado y no poder participar de todas las deliberaciones. Para vengarse, volvió estériles a todas las mujeres e impidió que las actividades de los dioses llegasen a resultados favorables. Desesperados, los orixás se dirigieron  a Olodumaré (Olorum) y  explicáronle que  las cosas iban mal en la tierra, a pesar de las  decisiones que tomaban en sus asambleas. Olodumaré preguntó si Oxum  participaba de las reuniones y los  orixás respondieron que no. Olodumaré, les explicó entonces que, sin la presencia de Oxum y de su poder sobre la fecundidad, ninguna de sus  empresas podrían salir bien. De vuelta a la tierra, los orixás convidaron a Oxum para participar de sus trabajos, lo que fue aceptado por ella después de mucho rogarle.   Enseguida las mujeres se tornaron fecundas y todos los proyectos obtuvieron felices resultados.

Esta narración puede sorprender a quien siempre identificó a Oxum como una figura que podría representar el objeto sexual de los orixás, ya que siempre es recordada por su belleza, por su relación con la maternidad y su docilidad. En verdad esta es una mentira que la misma naturaleza de Oxum quisiera provocar. Finalmente, son muchas las particularidades  en el culto  que coinciden  con esa idea. En el peji (altar) de Oxum, además de las cortinas, platos, vasijas con agua y comida común a todos los prixás, se acostumbra que haya flores, perfume y hasta muñecas. Entre sus símbolos, existe una espada, como es común a todos los orixás, pero también esta el abelé, una especie de abanico de latón. Una miniatura de su abelé queda junto a su otá (una piedra traída del fondo de un rió o de una cascada, un canto rodado y desgastado por el agua) dentro  de una sopera  de loza  blanca, sumergida en miel.

Su danza también insiste en esa imagen de vanidad, pues, al danzar, imita los gestos de una bella  mujer que encantada con lo que hace, está bañándose en un río, peinándose con  un pequeño  espejo, siempre con  gestos  graciosos, abanicándose con placer, agitando los brazos coreográficamente para que el sinnúmero de sus brazaletes tintinearan. De hecho, las características de exageración, de cierta exhibición, de gusto por lo que es caro, lujoso y bonito, son muy fuertes en Oxum.  Su función de madre también es valorizada. Pero nada de eso la hace una mujer meramente pasiva. Muy astuta, es competitiva y esta siempre alerta, pero gusta de confundir a sus amigos, aprovechándose de la imagen "desprotegida" que posee. Su arquetipo psicológico, por lo tanto, se parece mucho a la imagen que se tiene de un río, de las aguas que son su elemento; una superficie  generalmente plana, tranquila y amistosa, que puede esconder corrientes fuertes, remolinos difíciles de dominar y grutar profundas e inesperadas.

Hay un refrán que dice: "traicionero como un río". No hay nada específicamente traicionero en Oxum, pero sus hijos  son diplomáticos, cuidadosos y no muy sinceros, sobre todo cuando la sinceridad puede traer una discusión que puede ser evitada.

Los hijos de Oxum prefieren soslayar un obstáculo que enfrentarlo, al contrario de lo que  harían los hijos de Iansa y Obá. Su actitud nuevamente recuerda el movimiento del río, cuando el agua soslaya una piedra grande  que está en su lecho, en lugar de chocarla violentamente.

Son persistentes  en lo que  buscan, teniendo  objetivos fuertemente delineados. Pero a veces puede parecer que los hijos de Oxum hasta se olvidaran de una cuestión que antes era importante, no importándoles más el rumbo de los acontecimientos referentes al alma. En la  realidad  Oxum estará  vagando por otros caminos, utilizando otras estrategias.

Para esa imagen dulce que esconde una determinación fuerte, colabora la tendencia que los  hijos de Oxum  tienen para engordar, no llegando precisamente  a una gran obesidad, pero sin duda, dejándolos como la imagen de seres rollizos, sin duda tiene algún parentesco con el aruqetipo ligado a Oxum, además que sus hijos gustan de la vida social, las fiestas y los placeres en general. Su tono siempre amigo y accesible acrecienta y refuerza esa tendencia.

El sexo es importante para Oxum, como cualquier otro placer. Por lo tanto, sus hijos tienen a poseer  una vida sexual intensa y significativo, pero diferente de los de Iansa. Mientras  éstos se revelan  totalmente en su sensualidad, los hijos de Oxum son más discretos, pues así como aprecian destacarse en la sociedad, también temen los escándalos o cualquier cosa que pueda denigrar la imagen de inofensivos bondadosos  que poseen. Los "casos" cuando  existen, son secretos y desprovistos de violencia, ya que Oxum gusta de  relaciones gentiles y suaves. Forma parte del tipo, una cierta pereza coqueta, una ironía persistente, pero discreta y  en apariencia inconsecuente.

Verger define así el tipo: "El arquetipo de Oxum y de las mujeres graciosas y elegantes, con pasión por las joyas, perfumes y vestimentas caras. De las mujeres que son símbolos de charme y de belleza. Voluptuosos y sensuales, per eso más reservadas de Iansa.  Ellas evitan chocar con la opinión pública, a la cual dan gran importancia. Bajo su apariencia graciosa y seductora, esconden una voluntad muy fuerte y gran deseo de ascenso social". Es sin duda, una imagen rara en el universo violento y arrebatado de los orixás

Nombre: Oxum                                   

Filiación: Yemanjá y Oxalá                     

Elemento: agua dulce                           

Dominio: belleza (estética) y oro (dinero;  también actúa sobre la maternidad amarillo oro (en el umbanda umbanda, blanco y azul)          

Colores: amarillo-oro (en el umbanda, blanco y  azul)                                          

Salutación: Aiieieo, o Eri ieie o, ó Ora Ieie o

Comidas: omolocum (poroto tostado, cebolla y  camarón), xinxin de gallina       

Sacrificio: cabra, gallina, pata                

Día: sábado                      

Sincretismo: diversas Nuestras Señoras (según la región.                                     

Es un  arquetipo atemporal, pues, a pesar  de que  en el candomblé existieron diversas Oxums (varían de edad de acuerdo con la profundidad del río en el lugar en que habitan), la figura de diosa tanto es maternal como pasa por la manía de una vieja, y también posee una juventud eterna, con  su forma de crianza inconsciente, que juzga naturalmente merecer todos   los cuidados y mimos.

Este es otro rasgo que marca a los hijos de Oxum: el tiempo pasa más lentamente por ellos.   Cuando físicamente ya dan señales de la edad, todavía existe dentro de ellos una adolescencia voluntariosa y jovial, que nunca desaparece, escondiendo  siempre, a través  de la  superficie serena  del río, las aguas profundas y  misteriosas que ninguno realmente conoce, a no ser que se sumerjan en ellas. En las regiones del Nordeste de Brasil, también son venerados como Oloxum.

OBA: ESFORZADA E INCOMPRENDIDA

Así como Oxum, Obá es una divinidad que habita míticamente un río, cuyo nombre es el mismo de la divinidad. Es también ligada  al agua dulce, así como  Oxum es  la dueña de un río aparentemente calmo. Obá es relacionada al agua revuelta. 

En realidad, el concepto básico ligado a  ella es la pasión, pero no en la perspectiva feliz y libre de Iansa. Así como la dueña de los vientos y la madre del agua dulce, Obá también se casó con Xango.  Sería según sus leyendas, la tercera orixá tomada por esposa en un casamiento polígamo.  Probablemente  es la época en que  ambos se reunieron, Xango ya había cortado sus lazos más fuertes con Iansa. Dice una  de las  historias que Obá  sufría mucho. No se sentía amada por  Xango en la misma  medida en que él amaba a Oxum.  Era insegura en relación a todo lo que tuviera que ver con su marido, pues ella misma era una mujer un  poco áspera y sin grandes atractivos.  Oxum era más joven y bonita. Obá, por eso, no era desconfiada, al contrario, su postura francamente honesta ante la vida, lo hacía una mujer crédula. Sabiendo que Xango apreciaba mucho las constantes recetas nuevas que Oxum le preparaba, se mostró dispuesta a aprenderlas, y con ese objeto se aproximó a la otra esposa de su marido. Oxum, sin embargo, no creía justo enseñarle todo lo que sabia. Resolvió entonces, hacerle una mala pasada. Fijó un horario para que Obá fuese a su casa a aprender la receta que tendría poder mágico sobre la sexualidad de Xango.

Cuando Obá apareció. Oxum cocinaba una sopa donde estaban dos hongos. Usaba un paño atado a la cabeza, escondiendo  sus orejas y dide a Obá que estaba preparando un caldo con una de sus orejas.  Afirmó ser esa la receta favorita de Xango.  Obá entonces, preparó una sopa  en donde colocó  sus orejas y  la sirvió muy contenta a Xango.

Como era de esperar, la reacción de su esposo ante su imagen, con una oreja cortada, fue tremendamente negativa. Y fue todavía peor cuando  vio el plato de  comida que  esperaba le sirviera. Después de ser reprendida por Xango, Obá, además tuvo que soportar  la figura divertida de Oxum, que se quitó el lienzo que cubría sus orejas, revelando  a su rival  que todo era una mentira. Contada la verdad, Obá y  Oxum se  enredaron en una terrible lucha física, que se terminó porque Xango tuvo una de sus temibles explosiones de cólera haciendo que ambas escaparan despavoridas.   Ese pavor sería transformado en cada uno de los ríos que le dan sus nombres. Y tan imagen poética perdura hasta hoy, cuando el río Oxum y el río Obá se encuentran formando un sólo en una confluencia bastante agitada y peligrosa.

Algunos poderes-santos sostienen que buena parte de los hijos de Obá (casi todos) presentan temporaria o eternamente algún defecto de audición (algo parecido con lo que sucedería con los hijos de Ossaim y de Obaluaie en relación a una pierna).

En las ceremonias, Obá presenta una danza marcial, empuñando una espada o un sable de cobre, agresivamente, mientras que en  otra mano  lleva un escudo  (de cobre también) con el cual esconde el lado sin orejas de sus rostro.  Cuando el se incorpora (lo que raramente ocurre)  se lanza  inmediatamente sobre un hijo de Oxum, furiosa, especialmente si ella estuviera cerca de alguien de Xango.

La leyenda y la postura de Obá en las ceremonias ya dejan entrever todas las principales características en términos de un arquetipo psicológico. Un tipo tenso, hasta cierto punto angustiado, con gran energía nerviosa, que puede explotar tanto en extrema agresividad, como también  en melancolía y  depresión.

Una frase de Verger, define bien ese carácter: "El arquetipo de Obá es el de las mujeres valiosas e incomprendidas." El sufrimiento forma parte de su vida. Es como si todo por lo que lucha un hijo, se torna más difícil, se necesita la prueba de una gran capacidad de lucha y resistencia (que él probablemente tiene), más no siempre -o raramente- es comprendido. El hijo de Obá no  esquiva el  trabajo  duro, pero tal vez le falte un poco de forma, ya que tiende a ser duro e inflexible En algún aspecto, Obá puede ser considerada el arquetipo femenino de Ogum.

Pero existen características bastante diferentes a destacar en dos orixás. En Obá, l masculinidad es una característica un poco  más desequilibrada que en Ogum, ya que el  orixá base  para el  concepto, es mujer. Así, su dificultad  en ser gentil puede ser encarada como mera brutalidad, en un concepto más negativo. Los hombres hijos de Obá pueden ser considerados innecesariamente rudos.  Las mujeres serían vistas como poco femeninas.

La sinceridad y el apego a la verdad son muy fuertes, más lo que provoca el "exceso" de fuerza y de aspereza en Obá, es la herencia de la conciencia de  que no era amada  por Xango. En el arquetipo  reside el temor al rechazo, que puede provocar en los  hijos de ese santo una defensa automática dándole la postura agresiva.

Además de eso, son terriblemente celosos, posesivos en el amor, lo que les acarrea grandes dificultades.   Cuando aman, no tienen  a ser  los "señores" de la relación, como  Xango o Iansa, no tienen la independencia de Ogum y de Oxum, que, cada uno a su forma, sobreviven las separaciones.

De cierta manera, marcados para sufrir en las relaciones emocionales, los hijos de Obá son también marcados con la estrella del ascenso social o de éxito  en las empresas  que emprenden, siendo difícil que uno de ellos no se destaque o por lo menos  no consiga el  status deseado. Esta casi certeza se vería en el  hecho de que las  energías  amorosas, reprimidas por los fracasos tenderían  a concentrarse  en la  carrera del éxito.  Se ha dicho, en general, que entre las mujeres que se destacan se podrá encontrar muchas hijas de Obá.

Nombre: Obá                                   

Filiación: Yemanjá y Oxalá                     

Elemento: agua dulce (a veces revuelta)       

Dominio: guerra                               

Colores: amarillo y rojo Obá xireé!           

Comidas: abaré, acarajé, porotos fredinhio, farofa de aceite y huevos.                    

Sacrificios: cabra, gallina, pata             

Día: miércoles                                

Sincretismo: Juana de Arco 

OXUMARE: LA ALTERNATIVA ENTRE OPUESTOS

Oxumare posee una característica singularísima  frente a los demás orixás: es bisexual, pasando mitad del año como entidad masculina y mitad del año como femenina. Representado de dos maneras distintas -el arco iris y la cobra- simboliza el movimiento, la transformación constante a semejanza del  Yin-Yan del que hablan los chinos. Sus hijos reflejan este concepto en los cambios de vida radicales y cíclicos; además de eso se  presentan orgulloso  y exhibicionistas, rasgos  adornados por la generosidad y desprendimiento.

En relación a Oxumare, cualquier definición  es rígida y difícil. No se puede decir ni que sea  un orixá  masculino ni femenino, es las dos cosas. De otro modo, dos dualidades, son conceptos absolutamente pertinentes a la mitología de Oxumare. El tiene dentro de si la  dualidad básica, el bien  y el mal. Durante seis meses es masculino, es representado  entonces por el arco iris, el  cual, según las  leyendas, llevaría el agua de la tierra  para el castillo de Xango, en el cielo. En esa leyenda es atribuido a Oxumare el poder de regular las lluvias y las sequías, ya que, en cuando brilla el arco iris, no llueve, pero el agua es llevada (por la evaporación)  para los cielos, donde nuevamente  se convertirá en  líquida y una vez más en lluvia.

Durante los otros meses, Oxumare asume forma  femenina y en esa fase, sería una cobra que se  arrastra ágilmente en la tierra como en el agua.  Aunque en algunos mitos, tal vez influenciados por  concepciones occidentales, será en  esa fase que Oxumare muestre su forma más negativa; en otro, no existe tal separación entre una fase y otra.

En verdad, lo que se puede extraer de las contradicciones arco iris - cobra masculino-  femenino, es  que Oxumare  es el orixá del movimiento, de la acción y de la eterna transformación. Así, su dominio se  extendería a todos  los movimientos regulares, que no pueden parar, como la alternativa entre lluvia y buen tiempo, entre día y noche, entre positivo y negativo. Se cuenta sobre ese orixá que como cobra, puede ser bastante agresivo, lo que lo llevaría a veces a morder su propia cola, generando un movimiento circular continuo que representaría la rotación de la tierra y el mismo movimiento incesante de los cuerpos celestes en el espacio. Si esa acción terminase, el caos destruiría el universo.  Rasgos de este tipo pueden ser encontrados en las  historias que dicen ser absolutamente necesario  alimentar y cuidar muy bien de Oxumare, pues si él perdiera su fuerza y muriese, la consecuencia sería nada más y nada menos que el fin del mundo.

Por otro lado, tanto el arco iris, como la cobra no necesitan obligadamente ser entendidos  como el antagonismo entre el bien y el mal. Primeramente se puede atribuir a la belleza del primero, que marca el final  de las  grandes tempestades, un carácter típicamente positivo, en tanto  que la cobra, representaría lo opuesto, dada su  imagen de  animal peligroso, furtivo, especialmente para  un civilización de la selva, lugar en que la cobra puede surgir en cualquier momento, en los ríos, arrastrándose por el suelo o enroscada en los árboles.

La cobra y el arco iris, sin embargo, son la representación de una misma característica común: la renovación, la sustitución. Así el arco iris, como fenómeno físico, es la oposición a la  lluvia que termina, constituyéndose en  el reflejo que las partículas de sol, ahora brillando en el cielo, provocan en los cristales líquidos que están en proceso de evaporación. Pero, si son la respuesta evidente del final de la lluvia, también representan la garantía de una nueva lluvia que vendrá cada vez que el agua esté volviendo para las nubes, se comprueba así, que como la tempestad, el buen tiempo  también es pasajero.   La cobra también se encuadra en esa simbología por ser un animal en constante mutación, ya que periódicamente pierde su piel, desmándose completamente.

Por se común su aparición en los ríos y en las cascadas, tanto en forma de cobra de agua, como en forma  de arco iris, Oxumaré recibe las  ofrendas a él destinadas en esos lugares, eso acaba explicando cierta confusión practicada por segmentos  de umbanda y de  los candomblé  menos tradicionales, que asocian a Oxumare a una de las diferentes formas de Oxum.

Otro punto discutible es el que asocia Oxumare a la riqueza. Según Pierre Verger, "Oxumare es el arquetipo de las personas que desean ser ricas; de las personas pacientes y perseverantes en sus empresas y que no miden sacrificios para alcanzar sus objetivos". Hay padres-santos que niegan esa relación como  obligatoria, respaldados por aspectos  de la misma mitología del orixá, la perseverancia no  podría formar parte de un ser mutable y dual.

Siendo así, al arquetipo Oxumare  cabría la  tendencia a la renovación, al cambio.  Sus hijos serían aquellas personas que de tiempo en tiempo, cambian todo  en su vida; casa, amigos, empleo, como una sucesión de ciclos, obligados, provocando un rompimiento con el pasado y iniciando la búsqueda de un nuevo equilibrio, que duraría hasta otro momento de ruptura y de sustitución. También son señalados en los hijos de Oxumare ciertos rasgos de orgullo y de ostentación, algo que lo aproxima a la imagen  de nuevo rico exhibicionista; al mismo tiempo tienden a ser generosos y desprendidos cuando alguien necesita de su ayuda.

La andrógina del orixá es a veces extendida a sus hijos, éstos según algunas corrientes, serían bisexuales en potencia, pero esa interpretación no es del todo aceptada. Físicamente pueden presentar  la agilidad de movimientos de Oxumare, o el arrastrar arisco y silencioso de la cobra en una constante necesidad de movimiento y acción. Tendrían también de  la cobra, la marca en los ojos  que pueden ser  grandes y  un poco saltados.

Nombre: Oxumare                                

Filiación: Nana y Oxalá                        

Elementos: Movimientos constantes              

Dominio: arco iris y cobra                      

Colores: verde, amarillo (o todos los colores del arco iris)                        

Salutación: Aro Boboi, Aro Moboi ó además Ao   Boboi.                             

Comidas: porotos con maíz, aceite camarones y cebollas y guguru (pipoca)             

Sacrificio: macho cabrío y gallo               

Día: miércoles                                 

Sincretismo: San Bartolomé                     

Al contrario de la mayor parte de los orixás presentes en el candomblé de Brasil, descendientes de la nación iorubana. Oxumare es una divinidad probablemente originaria del vecino Daomé (actual Benin), haciendo sido posteriormente asimilado  por los iorubas.  Durante las ceremonias, sus hijos-de-santo representan al danzar, la dualidad máxima  del orixá al señalar una vez para el cielo y otra para la tierra.

 EL RESPETADO Y TEMIDO OBALUAIE 

                    
Dios originario de Daomé, Obaluaie (también conocido como Omolu, su figura antigua) ostenta el poder sobre la enfermedad, tanto para causarla como para curarla.  Es una entidad sombría, considerada entre los  iorubanos como  amenazadora y terrible, si no es debidamente venerada: arquetípicamente, lega a sus hijos tendencias  al masoquismo y al autocastigo, un austero código de conducta y posibles problemas con los miembros inferiores.

Omolu (u omulu) y Obaluaie son formas diferentes por los cuales es nombrado un mismo orixá, cuyos mitos y la propia figura son rodeados de algún misterio. En ciertos textos se encuentran  referencias a omolu  como una forma vieja -así como Obaluaie es la  forma joven- de una  divinidad conocida  como Xampana, tan rodeada  de tabúes que  la simple mención  de su nombre llama a burla.  A este dios "primero" estarían sometidas todas las dolencias, cabiéndole a su figura específica de Omolu, el poder y la responsabilidad de enviar las enfermedades endémicas  a la Tierra  para castigar a  los que hubiesen violado normas muy serias de comportamiento.

Como no hay unanimidad en cuanto a este concepto, la idea que acabó por ser la más popular, es la que establece a Obaluaie el poder de la enfermedad, tanto de causarla como de curar la. En algunas interpretaciones más estrictas, Obaluaie sería el "dios de la viruela".

Roger Bastide encuentra una explicación más amplia: así como otros orixás representan fuerzas de la naturaleza en las actividades sociales-productivas de los hombres, Obaluaie se- ría el  registro del pasaje  de las enfermedades epidérmicas, "castigos sociales" ya  que atacarían  toda una  comunidad de una vez. El carácter de amenaza es tal que asocia cierto halo de terror a la figura de ese orixá.

Su origen, así como  Oxumare y Nana, está en la  cultura daomedana.  Según algunas versiones estos tres orixás habrían sido asimilados  por el pueblo  ioruba en un lento proceso de fusión de las culturas. Pierre Verger, sin embargo, encuentra en un mito la explicación de una asimilación difícil, provoca da por el choque de dos pueblos: "La antiguedad de los cultos de Obaluaie y Nana Buruku (orixá femenino, también de origen daomeano), frecuentemente  confundidos  en ciertas  partes de Africa, es indicada por un detalle del ritual de los sacrificios de animales que se le son ofrecidos. Este ritual es realizado sin el empleo de instrumentos de hierro, indicando que esas dos divinidades formarían parte de una civilización anterior a la Edad de Hierro y la llegada de Ogum (que vino como Odudua)", ya que algunas versiones históricas atribuyen a Odudua, la conquista de Ife, pero no su fundación. Obaluaie, entonces ya estando esa región, o sea formaría parte de un culto específico de una nación que fue dominada por otra.

Por lo tanto, parte del carácter sombrío asimilado por la figura de Obaluaie, podría ser el resquicio de temor de un pueblo, con una serie de cultos y divinidades que asimilando y dominando a otro, a través de un comportamiento imperialista de dominación, pasaría a temer la revuelta del pueblo subyuga do.  Como parte de ese temor, ocurriría la "malignidad" de un orixá ligado a los dominante  ya que  Ossaina, a pesar de ser el dueño de las hojas y de los remedios, no posee el carácter punitivo de "creador" de la enfermedad, mas apenas de sus funciones litúrgicas ya descriptas en el artículo anterior.

Una versión que puede funcionar como reacción a ese temor, dice que Obaluaie fue abandonado por su madre, Nana (por razones que varían de acuerdo con la historia). En la ocasión, estaría enfermo, marcado por la viruela y muy debilitado. Quien lo recogió y lo curó fue Yemanjá la madre de los orixás iorubas, la que marcaría una asimilación concebida de la cultura dominante sobre la cultura dominada.

De cualquier manera, el sombrío Obaluaie permanece en su danza en las ceremonias rituales, cuando surge vestido con amplias  vestimentas  de paja, que cubren prácticamente todo su cuerpo y especialmente su rostro. El movimiento de sus hijos-de-santo en la danza se asemeja  a una persona  que atraviesa sufrimientos terribles, con temblores y fiebres, convulsiones y otros síntomas de flaqueza y enfermedad.  Esa imagen de poca salud, tal vez sea consecuencia de la gran lista de alimentos prohibidos ligados al orixá: carne de carnero, cangrejos y peces de agua dulce en general, fuera de diversos frutos.

Por todas esas características, diversos padres-santos señalan los hijos de Obaluaie como personas que poseen rostros extraños. Por ser él un orixá arquetípicamente viejo en edad, sus hijos tienden a aparentar más edad de la que de hecho poseen. Su carácter grave contribuiría a la formación de esa imagen.

En algunas leyendas, Obaluaie es presentado como un orixá que perdió una pierna. Eso se reflejaría en sus hijos como un defecto congénito  en una de  las piernas, o a la tendencia a que, durante su vida, sufra por un problema de relativa gravedad en  sus miembros  inferiores, a partir de caídas o desastres, que pueden o no ser curados y llevados al más allá. Al señor de la enfermedad es relacionado un arquetipo psicológico derivado de su postura en la danza: si Obaluaie esconde las llagas del rostro y de la piel en general, no deja de mostrar, por los sufrimientos implícitos en su postura la desgracia que lo abate. En el comportamiento diario, tal tendencia se revelaría a través de un carácter masoquista, componiendo aquél tipo bastante frecuente en las comedias de Moliere, de los que acostumbra  exagerar sus  sufrimientos al mostrar los a todas las personas.   Berger define a los hijos de Obaluaie como "personas que son incapaces de sentirse satisfechas cuando la vida les transcurre tranquila. Pueden alcanzar situaciones  materiales envidiables  y rechazar, un buen día, todas esas ventajas por causa de ciertos escrúpulos imaginarios. Personas que en ciertos casos se sienten capaces de consagrarse al bienestar de los otros, haciendo completa abstracción de sus propios intereses y necesidades vitales".

En el candomblé, tal interpretación puede ser restrictiva. La marca más fuerte de Obaluaie, no es la exhibición de su sufrimiento, más el sufrimiento en sí. El se revelaría en una tendencia  autopunitiva muy fuerte, que puede revelarse tanto en una gran capacidad de somatización de problemas psicológicos en forma  de enfermedad física, como elaboración de rígidos  conceptos de  moral que  apartan sus hijos-de-santo diarios, de las otras personas en general y de los placeres.  Su insatisfacción básica, por lo tanto  no se  reservaría contra la vida, pero si contra sí mismo, una vez que fue estigmatizado por su dolencia -ya en sí un castigo.

Así como Ossaim, las personas de ese tipo serían básicamente solitarias.  Aún teniendo un gran círculo de amistades, su comportamiento sería  íntimamente cerrado, manteniendo una relación superficial con el mundo y guardando su intimidad para sí mismo. No es raro, que sean individuos que juzgan tener caracteres detestables, que no deben ser  mostrados, pues sería vergonzoso.  Como la paja cubre sus llagas y le da un carácter tenebroso, el hijo de ese orixá ocultaría su individualidad con una máscara de autoridad y hasta cierta aura de respeto y de imposición de cierto miedo a los otros.

Por la apariencia inherente a un orixá viejo, son personas bastante irónicas. Sus comentarios, no son prolijos y superficiales como los de Oxum (otro orixá irónico), más secos y directos, lo que colabora  a que la  imagen que  forma de sí mismo  de "terrible", de  la misma  forma, el orixá  debe ser  bien cuidado y respetado en los cultos, sino se podría enfurecer y distribuir dolencias mortales.

Nombre: Obaluaie, Omolu (Xampana)                       

Filiación: Nana y Oxala                                 

Elemento: enfermedad                                    

Actividad: cura                                         

Colores: blanco, negro (y marrón en algunos lugares)    

Comida: pipoca sin sal, lapitá, aberé,                  

Sacrificio: macho cabrío, cerdo y gallo                 

Salutación: Atotó                                       

Día: lunes                                              

Sincretismo: San Lázaro 


YEMANJA:  MADRE SEVERA Y PROTECTORA

 

Famosa en todo Brasil por  los ceremoniales  dedicados a ella en los playas en ocasión del fin del año, ampliamente divulgada por la prensa.  Yemanjá, representa a la perfección a la matrona: formas apulentas, senos grandes y una inmensa prole (15 hijos, si se suman todas las leyendas). Sus hijos aprecian el lujo y se relacionan jerárquica y formalmente con las personas; una vez ofendidos o traicionados, difícilmente perdonan a su detractor.

Sin duda, la "Reina de las Aguas" es el orixá más conocido en Brasil. Buena parte de los brasileños recuerdan a Yemanjá para  fin de año: es una  tradición en  Río de Janeiro, de Santos y en Porto Alegre, la ofrenda  de presentes al más, la morada de la diosa, y de ese  ritual participan  personas que inclusive no tienen mucha relación con el candomblé o cualquier otra de las manifestaciones religiosas afro-brasileras.

Además de eso, se atribuye a Yemanjá la respetuosa condición de ser la madre de una gran mayoría de orixás, según las leyendas.   

En el Diccionario de Cultos Afro-Brasilero, Olga Cacciatore hace referencia a 15 dioses que serían sus descendientes:  Dadá, Xango, Ogum, Olokum, Oloxá, Iansa, Oxum, Obá, Orixáko, Oke,  Obaluaie, Orum  (Sol), Oxupá  (Luna), Oxóssi y Aje Xalungá.

En el Africa, Yemanjá es asociada  a los  ríos, así como Oxum y Obá, siendo la diosa  del río Ogum (que nada tiene que ver con el orixá del metal y de la guerra). En el artículo referente a Oxóssi, se describe una de las leyenda que explican la aparición  del río como  ligado a Yemanjá, sería el llanto por la pérdida del control sobre sus hijos Oxxossi  y Ogum.

Esa semejanza con las otras diosas del agua es incomprensible, ya  que las diferentes tribus y naciones terminaron por descubrir el culto a un orixá femenino específico, el que relacionaban con un río de la región.   

En el caso de Yemanjá, sin embargo, las leyendas  africanas, ya que relacionaban con el mar.  En una historia recogida por Pierre Verger, la relación queda evidente:

"Yemanjá sería la hija de Olokum, dios (en Daomé) o diosa (en Ifé) del mar. En una historia de Ifé, ella aparece casada por primera vez con Orumilá, señor de las adivinanzas, después con Olofin, rey de Ifé, con el cual tuvo diez hijos (...) Yemanjá, cansada  de su  permanencia en Ifé, se fue más tarde en dirección al oeste. Otrora Olokum le habría dado, por medida  de  precaución, una garrafa  conteniendo un  preparado, pues no se sabe nunca lo que puede pasar mañana, con la recomendación  de quebrarla en el suelo, en caso de extremo peligro. Y así, Yemanjá, se instaló en el Atardecer de la Tierra, el oeste, Olofin-Odudua rey de Ifé, lanzó su ejercito en procura de la mujer. Rodeada Yemanjá en vez de dejarse apresar y ser  conducida de  vuelta a Ifé, quebró la garrafa, según las instrucciones recibidas. Un río se formó en ese momento, llevándola  para Okum, el océano, lugar de residencia de Olokum, su padre".

El acto de ser la madre de buena parte de los orixá (según los mitos), y tener en todas las  representaciones, senos grandes, asocia a Yemanjá, así como Oxum, a la  gestación y a la procreación.   En Brasil, sin embargo, hubo una separación bastante clara sobre el  elemento que  corresponde a cada una de ellas.  Como el culto a Obá es bastante reducido por aquí, Oxum paso a englobar prácticamente cualquier relación con el agua dulce, mientras  que Yemanjá  permanece  fuerte, pues, en Bahia, las fiestas para ambas son simultáneas:  así en el día de Oxum (sincretizada con Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, cuya fiesta acontece el 8 de diciembre), Yemanjá también es homenajeada, mientras que en el día de esta última, 2 de febrero (sincretizada con Nuestra Señora de las Candelas), Oxum recibe presentes.

Otra semejanza que acerca a Yemanjá a Oxum, está en arquetipo psicológico establecido para los hijos de la primera. Así como los eleguns de la diosa de la riqueza, los de Yemanjá aprecian el lujo, las joyas caras y los tejidos vistosos. Gustan de vivir en un ambiente confortable y lo mismo siendo pobres, se puede notar una cierta satisfacción en sus casas, si se comparan con el resto de la comunidad en que habitan. No poseen sin embargo, la misma vanidad coqueta de Oxum, siempre aparentando unas edades mayores, más responsables y decididas que los hijos de orixá del agua dulce. Mientras los hijos de oxum, son diplomáticos y sinuosos, los de Yemanjá se muestran más directos. La fuerza y la determinación forman parte de sus características básicas, así como el sentido de la amistad, siempre rodeada de algún formalismo. Los hijos tienen gran importancia en la vida de alguien que posea ese arquetipo como parámetro de la personalidad y la relación con ellos, puede ser cariñosa, pero nunca olvidan conceptos como, respeto y jerarquía.

A pesar del gusto por el lujo, no son personas demasiado ambiciosas ni obcecadas por su carrera. Se detienen más en lo cotidiano, sin hacer planes para actividades al largo plazo. Más todo eso revela una figura afable, dulce, aunque un poco rígida, con una relación maternal  para con  todos los que la rodean, también abren la posibilidad de una tendencia un poco concentrada en la vida de los que están alrededor, intentando como buena matriarca, influenciar el destino de los que están "bajo su responsabilidad".

Exactamente, por la importancia que da  la rectitud y la jerarquía, Yemanjá, no tolera la mentira ni la traición. Por eso, sus hijos demoran en confiar en alguien, cuando finalmente aceptan a esa persona  en su verdadero  círculo de amigos, no olvidan una ofensa o una traición. Raramente se olvida esa aflicción.

Físicamente, existe cierta tendencia para la figura "redondeada". Una mirada calma (a pesar de cierta tendencia a súbitas irritaciones) también forma parte de esas características.  En las mujeres, es posible que los senos sean grandes y  precozmente caídos.

Los símbolos de Yamanjá, en la  ceremonia, son el  abebé (abanico) redondo, de metal plateado, con la figura de un sirena o de un pez, sin referencias específicas a las espadas  comunes en los otros orixás. Su axé es una piedra blanca, venida del fondo del mar, la cual es guardada en una porcelana azul, rodeada de conchas y otros elementos del mar. La danza es una reproducción del movimiento de las ondas del mar.

Nombre: Yemanjá

Afiliación: Odudua (femenino) y Oxalá (según O. Cacciatore) o hija de Olokum (según P. Verger).                       

Elemento: agua salada                               

Dominio: maternidad y pesca (y por extensión, todos los temas, ya que es la madre de la mayoría de los Orixás)                

Colores: blanco, rosa-claro y azul-claro (en el umbanda, azul y blanco). También se asocia a ella el color plata, que tanto se presenta en la corona de  reina del altar de Yemanjá como en  las cuentas de vidrio transparente que usan sus hijos.                         

Salutación: Odoiá! u Odo-fé-iabá!                   

Comida: ebó de maíz blanco con miel, arroz, angu y otras comidas blancas (en umbanda,  peces blancos).                      

Sacrificios: pata, gallina y cabra (blancas)

Día: sábado                                         

Sincretismo: diversas Nuestras Señoras (depende de cada religión).


OXALA:  DIOS DE LA CREACION

 

El blanco -símbolo tradicional de la pureza- es el color de todo lo  que está  ligado a Oxalá, el responsable según la mitología iorubana, de la creación y administración del mundo.   Sincretizado con el Señor del Buen Fin, es el orixá más querido  y respetado del  templo Afro-Brasilero, pues  guía a   los demás orixás y por consiguiente, a los hombres. Como consecuencia de eso, se muestra paternal, calmo en los momentos  más difíciles; una divinidad distante  y cierta  tendencia a la centralización también forman parte de la imagen típica.

Si el color blanco en general es asociado al candomblé, entre  los orixás, éste  pertenece más  específicamente más a Oxalá. Esa apropiación del blanco por parte del culto, sin embargo, no es un acontecimiento aleatorio.   Por el contrario, hay una razón muy clara:  el color blanco es identificado con todos los practicantes, porque todos rinden homenaje a Oxalá.

Existe una costumbre, inclusive, de usar  ropa blanca  en los días de su homenaje, el dios  africano más  respetado y amado por los hijos de cualquier orixá. Eso ocurre, porque, jerárquicamente hablando, el papel de Oxalá es único.  

Según la mayor parte de las leyendas, él es el padre de todos los orixás. Hijo directo de Olorum u Olodumare, el dios  supremo de  la mitología afro-brasilera, Oxalá representaría  el cielo, principio de  todo, que al  tocar el mar, en la representación simbólica de un acto sexual, habría creado todos los otros orixás, para que cuidasen de los seres de la Tierra, los hombres, rodeados por  los cielos y  por el mar en todos lados.

Hay además leyendas más elaboradas, que ocultan la participación de Odudua, un orixá bastante controvertido. En algunos trabajos, se asigna el sexo femenino para asumir el papel de compañera de Oxala; pero esa versión, según Pierre Verger, no pasa de una mistificación, un producto de un mala investigación. Verger, al contrario, afirma que Odudua es una figura masculina, de carácter más histórico que mítico.  En su libro Orixás, traza un interesante paralelo entre los hechos elegidos a partir de la historia africana y leyendas recogidas junto a los candomblés africanos.

De acuerdo con su estudio hay un leyenda que atribuye a Oxalá el trabajo de crear el mundo, delegado por Olodumaré-Olorum, el dios supremo. Para eso, se le brindó una bolsa cerrada, donde existirían fuerzas liberadas, darían  a toda  la existencia, un sentido absolutamente diferente.

El descuido modelador de hombres

Pero había  una antigua  pendencia entre él  y Exu. Como oxa él  se rehusara varias  veces a hacer ofrendas requeridas por Exu, éste se quiso vengar, y lo  consiguió  provocando en Oxala una gran ser, y luego surgiendo en su frente con una bebida. En este punto, existen versiones discordantes: Verger, por ejemplo, afirma que "Oxalá, para  calmar la sed, no  tuvo otro  recurso que  agujerear con  su "paxoro" "la corteza del tronco de un dende". De cualquier manera, Oxalá bebió  el líquido -vino de palma- terminando por dormirse borracho.

En este punto, entra en l historia, Odudua-Olofim, su hermano y mayor rival (nunca su esposa) y le roba la bolsa mágica que le había entregado Olorum. Aprovechándose de eso. Odudua, entonces  creó el mundo, antes de  que él despertara: de la bolsa salió tierra, la  cual se  fue amontonando  en tanta cantidad, que en algunos puntos, fue más allá de la línea del agua de mas, formando islas. Estaba creada la tierra.

Al despertar Oxalá, fue castigado  por Olodumaré, que le prohibió por siempre volver  a tomar vino  de palma y de usar aceite de dende (que son prohibiciones alimentarias hasta hoy para los hijos de Oxalá), Recibió, sin  embargo, una  especie de premio de consolación, una arcilla con la cual podría modelar, formas, creando así los seres humanos.  Sobre eso hay un pasaje interesante en la narrativa de Verger:

"Oxalá se puso a modelar  el cuerpo de los hombres, pero no tomó muy en serio la prohibición de tomar vino de palma, y en los días en que se excedía, los hombres salían  de sus manos, contrahechos, deformados. Algunos retirados del horno antes de tiempo, salían mal cocidos, y sus colores  se tornaban tristemente pálidos, eran los albinos. Todas las personas que entran en esas triste categorías son consagrados a Oxalá".

De este modo, se tiene documentado, no solamente  una de las explicaciones  iorubanas de  la creación  del mundo, sino también un arquetipo consagrado no sólo  en la cultura africana la de la competición entre hermanos, de los hermanos enemigos, siendo  la rivalidad  Oxalá-Ududua, una de  las diversas que existen en el templo de la cultura negra.

Esa leyenda es confirmada por diversos padres-santos ligados al candomblé, si bien que con pequeñas variaciones aquí y allá, como es absolutamente normal en las culturas de tradición oral, en que cada narrador, modifica y deforma un poquito la historia para adecuarla a su propia idiosincrasia y conjunto de valores en relación al mundo. La novedad del trabajo de Verger, en ese  caso, no reside ahí, pero sí en  la interpretación histórica que da a la leyenda. Para él, "la rivalidad entre  los dioses de esas  leyendas sería la fabulación de hechos más o menos reales, concernientes a la fundación de la ciudad de Ifé, que sería: la cuna de la civilización iouruba y del resto del mundo".

Oxalá habría sido el rey de los igbos, una población instalada dentro del lugar que se convirtió más tarde en la ciudad de Ifé.  La referencia de ese hecho, no se perdió en las tradiciones orales  en el Brasil, donde Orixalá  (otro nombre para Oxlá, que significa "Orixá de los Orixás), es frecuentemente mencionado  en los cantos  como Orixás Ogbo.  Durante su  reinado fue vencido por Odudua, que encabezaba un ejercito haciéndose acompañar de 16 personajes, cuyos nombres varían según los autores (...) Esos acontecimientos históricos, correspondían a parte del mito que Donde Orixalá fue enviado para crear el mundo (en tanto, que  en realidad, el  se convirtió  en el rey de los igbos), y fue en el  mito que Odudua  se convirtió rey del mundo, por haber robado a Orixlá la bolsa de la creación  (mientras que en la realidad, el destrono a Oxalá, Igbo, usurpándole el reino)".

Sin embargo, según  diversas leyendas, Yemanjá, que  fue esposa de Oxalá, intercedió entre los dos hermanos, intentan- do un acercamiento, pero eso siempre fue imposible. No se sabe a ciencia cierta, hasta que punto existirá algún hecho histórico relacionado a la actividad de Yemanjá en el mito, o si ellas es sólo un producto de  la fábula atribuida le carácter pasivo amistoso frecuentemente empleado por  los cultores del candomblé para definir a Yemanjá

Otro punto bastante diferente de Oxalá en relación a los otros orixás, es su vida sexual.   Al contrario de las múltiples ligaciones que tanto orixás masculinos y femeninos establecen, en torno de Oxalá existe un aura de mayor respeto, cuando se toca este asunto en el candomblé.  Este es un indicador del carácter que se asocia a este orixá, de rectitud, alejado de las debilidades humanas de otros orixás.  A él se le atribuye la paternidad de todos los Orixás del país iorubas.

Oxalá es también padre de otros hijos-orixás, Iroko (Tiempo), Oxumaré y Obaluaie (u Omulu).   La madre de ellos, sin embargo, no es Yemanjá, como en el caso de los orixás iorubanos, pero si Naná Buruku. A pesar de que algunas historias limitan la vida amorosa  de Oxalá a Yemanja, otros  afirman que ella sería su segunda mujer, después de un casamiento con Naná.

Los hijos de otras culturas

Ese desacuerdo sin embargo, no es irrebatible. En realidad, hay una explicación  histórica  bastante  plausible para esas dudas.  Los tres hijos de Oxalá con Naná son, como se ha resaltado en artículos anteriores, hijos de la cultura de Daomé, no de la iorubana. Según algunas interpretaciones.  (ver art. sobre Obaluaie), se rían seres míticos anteriores a los otros, que fueron incorporados a la mitología ioruba para amalgamar a la cultura  dominante que  se establecía, algunos datos referentes a la antigua cultura  dominante que se establecía, algunos datos  referentes la antigua  cultura local, específicamente los orixás más venerados. 

Para no quebrar la jerarquía que define a Oxalá como el creador de todos los hombres, es consecuentemente padre creador de  todos los orixás, él sería también responsable  de la paternidad  de los orixás recién incorporados. Al mismo tiempo, Naná padre creador para los daomeano en general, fue con el tiempo convertido al sexo femenino, cerrando  entonces, una nueva  explicación donde entraban todas las figuras importantes de esa especie de acuerdo cultural. Corroborando esa sospecha.

Olga Cacciatore, deja claro en su diccionario  que a pesar del  Orixa femenino en Brasil y en algunas religiones de Africa, Naná surge como orixá masculino en otros puntos y en una  tercera posición, para algunas  naciones Naná  sería masculino  y femenino o también asexuada, no comparable a Oxalá, pero sí a Olorum.   De cualquier manera, esa duda fue siendo respuesta  por los  mitos y actualmente  Naná es venerada como orixá femenino, apareciendo al lado de Yemenjá, como una de las figuras  más ligadas a la maternidad.

Varios nombres son ligados a Oxalá. En Nigeria, prevalece el nombre Obatalá.  En Oko, Orixaako; en Egigbo, recibe el nombre de Oguhina. En todos esos lugares, sin embargo, es cuestionable su puesto  de supremacía, lo que queda evidenciado en las ceremonias de candomblé en Brasil. Ya que en este país al contrario de Africa, el culto de cada  región no se limita a un orixá, pero se celebra a diversos dioses en una misma fiesta (lo que sería, según Bastide, una  tentativa  de recreación en un solo extranjero  de los tantos  mitos de esa patria distante. Siempre es Oxalá el último que aparece en un desfile.

Existen diversos  tipos de Oxalá, como ocurre  con todos los dioses africanos, pero en este caso hay algo destacado en dos de sus formas, justamente  el Oxalá más joven  y el Oxalá

 más viejo: Oxaguia y Oxalufa.   Berger establece distinciones (aunque no muy marcadas) entre sus arquetipos. Pero en realidad, existe un solo tipo con manifestaciones fuertes como con secuencia de la misma fuerza del orixá.  

Las diferencias serían las comunes  en una misma persona cuando  joven y cuando envejece.   

Así, Oxaguia sería más audaz, bromista y sensual que el reservado y paternal tipo respetuoso y sereno Oxalufa.

Es más arrojado y llega a tener ímpetu de idealismo, en tanto que Oxalufa, con toda su experiencia, sería menos  rebuscado, conocedor del hecho de que no todo es tan bueno, ni tan malo.

Esas características serían básicamente las encontradas en los arquetipos occidentales en relación a la figura paterna. Oxalá es el padre de los orixá y por extensión de toda la humanidad. Establece entre sí y los demás, un aura de respeto, pero nunca de temor, no es  inseguro, no necesita de artificios para establecer cualquier cosa. Consigue todo naturalmente.  Los hijos de Oxalá, por lo tanto, son personas tranquilas, con tendencia a la calma aún en los momentos mas difíciles, consiguen el respeto aún sin que se esfuercen para conseguirlo. Son amables y generosos, pero nunca serviles. En algunos casos, pueden ser autoritarios, más la  cristalización de esa posibilidad depende mucho del "ajuntó" que actúa sobre esa persona.

Saben argumentar con cierta facilidad, organizativos, y con facilidad para ser el centro de un grupo. A pesar de su carácter aparentemente accesible, en el fondo son individuos reservados, pues siempre quedará en el inconsciente de sus hijos, la marca de la separación, de que Oxalá no está en el mismo nivel de los otros orixás; eso no se manifiesta en el orgullo, sino apenas en una dignidad distante.

El defecto más claro que puede haber en los hijos de Oxalá es la obstinación, cuando la certeza de sus convicciones se torna clara. En esos casos, será difícil convencerlos de que están errados o que existen otros caminos para la resolución de cualquier problema. En el Oxalá más viejo, eso se traducirá en razón mientras que Oxaguia demostraría cierto furor por el debate. No hay sin embargo,  una tendencia para la agresividad como en Ogum (un obstinado cuando quiere alguna cosa). Para Oxalá, la idea es más importante que la acción.

Físicamente, los hijos de Oxalá presentan un porte  majestuoso, que se nota más en la manera de andar que en la constitución física, donde suelen ser menos robustos que el tipo ligado a Xangó.

Una muestra de popularidad de Oxalá en Brasil, está en su presencia en una de las fiestas famosas de Bahia, en lavado de las escaleras de la iglesia del Señor del Buen Fin con él sincretizado en esa región. Esa fiesta (utilizada inclusive con mucha eficiencia por los políticos en busca de votos en la comunidad ligada a los cultos afro-brasileros) es, en verdad, una variación de la ceremonia "Aguas de Oxalá", realizada en algunas regiones bahianas.

Consiste en un ritual donde los hijos-de-santo recogen agua de un río para "lavar" los axés de Oxalá reproduciendo la peregrinación mítica de los súbditos de Xango. A ese respecto, cuentan las leyendas que el reino del señor de la piedra pasaba por muchas privaciones. Consultados los hechiceros, dirían que todo consistiría en un castigo enviado por los dioses por una injusticia. Años atrás, Oxalá en viaje para el reino, se había acercado a un caballo y le había dado agua. Fue preso en ese instante, confundido con un vulgar ladrón. Cuando Xangó fue avisado de la injusticia, liberó a Oxalá y promovió para él, la primera fiesta de las aguas, ordenando que sus súbditos buscasen agua de río y se lavasen en él, para deshacer el engaño y reafirmar el respeto que siempre se tuvo por él.

Nombre: Oxalá, Obatalá u Orixalá                         

Filiación: Olorum, el dios supremo                       

Elemento: cielo                                           

Dominio: creación (es el responsable por la fecundación) 

Color: blanco                                            

Comidas: acaca y arroz, con miel; ebó y maíz blanco      

Sacrificios: cabra, gallina y paloma                      

Salutación: Epa Babá! (o Exe e Babá!)                    

Sincretismo: Cristo Jesús (en general) Señor del Buen Fin (en Bahia)

 ***

Instituto CEPE de Argentina
Escuela de Parapsicología y disciplinas Complementarias

ABIERTA LA INSCRIPCIÓN TODO EL AÑO PRESENCIAL YA DISTANCIA

Clikea aca y
LLAMAME

 

Licenciatura en Parapsicología Integral con Orientación a la Alta Magia Psíquica “o” a las Disciplinas complementarias

COMIENZA EN MARZO / ABRIL Y FINALIZA EN DICIEMBRE DE CADA AÑO – DURACION 3 AÑOS

Incluye, entre otros, estos cursos: Numerología, Grafología, Tarot, Astrología, Quirología, Manejo Alternativo de las Energías. Ritual de Alta Magia y Psíquica, etc.

Egreso como Parapsicólogo Profesional para Trabajo de Consultorio y de Campo

Matricula con Respaldo CEPE / APAPRA – Fundado el 5 de junio de 1985

Asociación Civil Personería jurídica Otorgada por la Inspección General de Justicia de la Nación Argentina – Bajo Resolución 0001185/05

https://www.cepedeargentina.com.ar/parapsicologia/ – coordinadorcepe@gmail.com

Cuando nos escriba a nuestro correo: coordinadorcepe@gmail.com de forma automática se dispara un correo electrónico con una respuesta general sobre este curso. Si no lo recibe dentro de los 3 a 10 minutos, revise la carpeta de spam o correos no deseados que es seguro allí. Agreguenos a correos deseados para que no se repita en el futuro.

Consultas personales con el profesor miguel Ojeda: https://www.profesormiguel.com.ar/

Email: profesormiguel@gmail.com 

Tel. 54 (11) 4382-9747 – WhatsApp. 1144785458 Av. Corrientes 1250. CABA- Argentina       

Comentarios

Entradas populares